Posibles implicancias económicas del nuevo gobierno norteamericano
Artículo publicado en Diario Uno
Trump ha señalado que no firmará el TPP. Propicia una coherencia regulatoria, que favorece cadenas globales de valor impulsada por sus transnacionales.
El presidente electo fue conciliador en su primer mensaje post-campaña. No sabemos cuánto implementará de lo ofrecido,pero las inmediatas movilizaciones en su contra son una señal que no le será fácil cumplir su programa original.
En el plano económico anunció un gigantesco programa de inversiones en infraestructura que recoge la propuesta de su rival, hay temor de su influencia en la política monetaria, el proteccionismo, la revisión de acuerdos comerciales, la eliminación del programa de salud, una agresiva política antiinmigrante. No hay certeza sobre su política tributaria, ni salarial.
¿Cómo afecta a la región? Hay dos canales de transmisión principales. En el sector real, si se produce o no una reactivación de la economía norteamericana y qué pasa con el comercio. En el plano monetario, lo que ocurra con la tasa de interés afectará los flujos de capital a países emergentes como el nuestro. Lo que haga con los migrantes afectará las remesas a nuestros países, que en muchos casos es primera fuente de divisas. Hay varios escenarios posibles
Una política agresiva de inversión pública estimulará la reactivación. Fue ambiguo con el tema salarial, pero si hay algún tipo de mejora, también contribuirá. Dijo que lo dejaría a los gobiernos federales, y hay que recordar que ha ganado sobre todo en ciudades con menos de un millón de habitantes.
Una política comercial proteccionista también aumentaría la producción doméstica, por lo menos en el corto plazo. Si no suben la tasa de interés, la política monetaria podría contribuir en el mismo sentido. Tiene que nombrar el ejecutivo nuevos directores, y ha cuestionado duramente a la presidenta de la Reserva Federal.
Reducciones impositivas esperan que aumenten la inversión privada, y se busca gravar simultáneamente al capital especulativo, con lo que se mejoraría la inversión productiva y la asignación de recursos.
Si mantiene la reactivación en el sector real, pero sube la tasa de interés y deporta masivamente inmigrantes ilegales, continuará la salida de capitales de América Latina, y habría una drástica disminución de las remesas.
Una cierta recuperación, potencialmente aumentaría nuestras exportaciones, pero depende qué haga en el plano comercial. Por el momento ha dicho que subiría aranceles a México y especialmente a China, y que revisaría el NAFTA. No ha dicho nada sobre TLCs con países como el Perú.
Otro tema es el TPP, ha señalado que no lo firmará. En realidad propicia una coherencia regulatoria que favorece cadenas globales de valor impulsada por sus transnacionales. Pero lo que quiere es que se produzca en EEUU. Si solo revisa o se retira del NAFTA, ya tiene una red de TLCs bilaterales que han asegurado sus intereses ofensivos en disciplinas (servicios, inversiones, propiedad intelectual, compras públicas, solución de controversias). Aunque le daría cancha libre a China para impulsar el RCEP, liderando la zona de libre comercio en APEC.
Si EEUU no firma el TPP, no hay TPP. ¿Cuál es el plan B en el Perú? ¿Tenemos alguno? El fortalecimiento de la integración sudamericana y latinoamericana y la profundización de los lazos con los BRICS y la construcción de un mundo multipolar, aparecen nuevamente como opciones.
En todo caso, el Perú como anfitrión de la cumbre de APEC que se inicia, tiene la posibilidad de poner estos temas en debate. Pero debemos estar preparados para diferentes escenarios que en la economía plantea el nuevo gobierno de EEUU.