¿Francia detuvo el péndulo?

Alan Fairlie Reinoso

Hace poco se dieron elecciones en Francia, donde ganó el candidato Macron. Derrotó a Le Pen, quien tenía un proyecto muy diferente. Si bien los votos en banco y la abstención fueron altos (alrededor del 30%), fue una victoria holgada.

Se está negociando el Brexit, que supuso un duro golpe al proceso de integración europeo. Le Pen había planteado que se retiraría, lo que hubiera dejado muy debilitada a la UE. No solo hubiera sido la continuación del Brexit, sino de la política de Donald Trump que no ha suscrito un acuerdo mega-regional como el TPP, y ha puesto en la congeladora el acuerdo trasatlántico.

Pero, privilegiar la economía doméstica, aplicar la medidas comerciales que sean necesarias para conseguirlo, es una similitud con Le Pen. No solo en el lado comercial, lo que generaba fricciones en el comercio mundial, sino también en las políticas anti-migrantes. Lo ven como una amenaza a los empleos propios y el desplazamiento de trabajadores nacionales, porque las inversiones se van fuera y la política migratoria es muy laxa.

Con el triunfo de Macron, se abre un espacio para reflexionar nuevamente sobre el proceso europeo y hacer los cambios que sean necesarios para que el proceso no se pierda. Era una paradoja que se diera la salida de Inglaterra, cuando se cumplían 60 años del Tratado de Roma. El eje Alemania-Francia seguirá funcionando como un pilar para avanzar en el proceso.

Pero, no será sencillo. Macron ha planteado una reducción del superávit comercial alemán, la emisión de eurobonos (créditos para aliviar la crisis de la deuda en Europa), así como reservar el acceso a los mercados públicos europeos, a las empresas que tienen más del 50% de su producción en Europa. Esto ha generado rechazo en Berlín y en la Comisión Europea, aunque en la reunión bilateral del próximo lunes se podrán abordar estos y otros temas (lo mismo en la próxima sesión del parlamento Europeo)

Frente a los cambios de política de EEUU, Europa puede ver nuevamente América Latina como un socio interesante. De hecho, las negociaciones con el Mercosur se relanzaron luego de estar estancadas un buen tiempo.

La UE también tiene tratados de libre comercio con Perú, Colombia, Chile, Centroamérica y México. Históricamente, fue principal socio comercial para varios de nuestros países, primer inversionista y principal fuente de cooperación.

Esto ha cambiado, y tanto Europa como EEUU han perdido peso relativo frente al avance chino en la región. Las relaciones con Europa son claves en la construcción de un mundo multipolar, es importante un fortalecimiento de estos vínculos, y se abre esa posibilidad.

Europa también ejerció gran influencia en el mundo como paradigma de procesos de integración, el que no se desmorone es una buena noticia para los que creemos en la importancia del multilateralismo y la integración regional, para el crecimiento y desarrollo económico.

Diferentes instituciones multilaterales, otrora críticos a este proceso lo plantean ahora como una necesidad dado los cambios en el escenario internacional. Un debate abierto es qué tipo de integración queremos, cuál es un proceso de “integración profunda” que simultáneamente sea abierto al mundo.

Se pueden seguir analizando comparativamente esos casos, dentro y fuera de la región, para sacar lo mejor de las experiencias exitosas, buscando reducir la carga ideológica de las opciones y creando espacios de convergencia.

Frente al endurecimiento de las políticas migratorias y la expulsión de trabajadores y estudiantes, debemos replantear la estrategia latinoamericana. El nexo migración y mercado de trabajo no ha sido bueno, incluso sufren prácticas de trabajo forzoso nuestro compatriotas latinoamericanos en el exterior. Esto no solo trae sufrimiento a sus familiares, sino que reduce las remesas, aumentando la presión social en los países de origen.

Luego del Brexit, vino el triunfo de Trump, Francia era clave si continuaba la tendencia. Hay otras elecciones programadas, veremos que sucede. Pero que en un país importante como Francia se haya dado este resultado, es una buena noticia para los que somos partidarios de la integración y la eliminación de las restricciones al comercio internacional, que afectan nuestro desempeño y limitan las posibilidades de diversificación productiva. Puede detener el péndulo.

En nuestra región, se ha dado un proceso de cambios de gobiernos de orientación más liberal y partidarios de acuerdos comerciales más abiertos. El péndulo parece haberse detenido en Ecuador al menos temporalmente. Ganó el candidato que defendió el proceso de transformaciones lideradas por Correa en 10 años. Veremos que sucede más adelante.

El Perú ha tenido una continuidad de política comercial y externa en los últimos años, con algunos matices y equilibrio. Sería bueno persistir en estas políticas, y no tener un alineamiento extremadamente cercano con la primera superpotencia del planeta.

Similar Posts

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *