Y quién pierde con las devoluciones tributarias
Escriben:
Alan Fairlie
Jessica Portocarrero
La recaudación fiscal es la principal fuente que poseen los Gobiernos para financiar la provisión de bienes y servicios públicos a la población y combatir la desigualdad y la pobreza. En ese sentido, garantizar una tributación adecuada y justa es clave para la reducción de brechas, sobre todo en materia de educación, acceso a la salud, transporte e infraestructura.
Lamentablemente, los ingresos tributarios del Perú han ido mostrando una tendencia decreciente en los últimos años, pasando de 16.6% del PBI en 2014 a 13% del PBI en 2017, para mejorar levemente en el 2018. A pesar de esta mejora, aun nos mantenemos por debajo del promedio de los países de América Latina (22.7%), y nos situamos rezagados respecto del promedio de la tributación de los países miembros de la OCDE.
Entre los factores que explican estos bajos niveles de tributación, se encuentran las elevadas tasas de evasión y elusión fiscal, así como las distorsiones generadas por los gastos tributarios o beneficios otorgados por el Estado, los mismos que pueden tomar la forma de: exenciones o exoneraciones, créditos, deducciones, tasas preferenciales, devoluciones, diferimiento de la obligación de pagar impuestos.
Beneficios Tributarios
Los beneficios tributarios se han venido otorgando en el país bajo la premisa de promover la inversión extranjera; sin embargo, hay evidencia de que la inversión extranjera responde a otros factores, tales como: estabilidad política, infraestructura adecuada, mano de obra calificada, etc. Incluso la misma Cepal sostiene que los beneficios fiscales “generalmente no han sido efectivos en la captación de inversiones, ya que esas inversiones se habrían producido igualmente sin ellos, como consecuencia de otros factores determinantes del destino en cuestión” (CEPAL, 2016, p13).
Por lo tanto, es indispensable cuantificar la contribución a la carga fiscal de aquellos sectores que principalmente han sido favorecidos por estos beneficios tributarios, y evaluar si el sacrificio fiscal que realiza el Estado se ve verdaderamente compensado con mayores inversiones.
En el Perú, de acuerdo con la Sunat existen 200 beneficios tributarios, que terminan reduciendo el importe de la obligación tributaria o postergando su pago, constituyendo gastos tributarios. Es decir que, el Estado peruano estaría dejando de percibir en el 2019 17,240 millones por este concepto, monto equivalente a 2.13% del PBI y que en términos nominales representa un incremento de S/ 742 millones respecto al 2018 .
Minería
Uno de los sectores que a lo largo de los años se ha visto favorecido por estos incentivos tributarios, ha sido el sector minero, cuya contribución neta muchas veces termina siendo negativa para las arcas fiscales. Ante este panorama y teniendo en cuenta los últimos acontecimientos relacionados al sector minero, como es el caso Tia María, veamos la importancia de este sector tanto en el desarrollo económico del país, así como en su impacto ambiental y social.
En términos económicos, el sector privado argumenta que su tributación es una de las más altas, puesto que la tasa impositiva en el país sería más alta en comparación con otros países con el mimo potencial minero a nivel global, siendo la minería uno de los sectores que adicional al impuesto de renta, pagan otros impuestos como regalías, impuesto especial a la minería, el pago de utilidades a los trabajadores y el impuesto por dividendos que pagan a sus inversionistas. Sin embargo, el pago de impuestos en el sector minero recién se inicia después de su fase de exploración-producción y tras recuperar su inversión.
Ahora bien, si analizamos la tributación del sector minero nos damos cuenta que su contribución en el total de ingresos tributarios en los últimos 5 años fue de 32,910.5 millones de soles, es decir 8% del total de los tributos internos. Pero este porcentaje no representa el aporte neto de este sector en las arcas del Estado, pues el sector minero es el que más se beneficia de las devoluciones tributarias.
Las devoluciones tributarias, son un tipo de beneficio tributario que permite la recuperación del impuesto pagado por el contribuyente, eliminando de esta forma totalmente la incidencia del tributo. Existen tres tipos de devoluciones: las asociadas al impuesto selectivo del consumo, ii) Ad valorem; y iii) al IGV; siendo esta última donde las mineras se ven favorecidas especialmente en su fase de exploración. Asimismo, en nuestro país, la devolución por exportaciones es la que más se aplica.
Al respecto, es necesario precisar que en nuestro país las actividades económicas están sujetas al pago del IGV; sin embargo, esto no se aplica a los productos exportados, por lo que el IGV pagado por la compra insumos o maquinarias deben ser devueltos a los exportadores cuando el producto final es exportado.
Durante el periodo 2014 – 2018, las devoluciones tributarias ascendieron a 67,427 millones de soles, siendo el sector minero el que tiene mayor participación con el 31% del total de las devoluciones. En los últimos cinco años, las devoluciones al sector minero han sumado más de 20 mil millones de soles, mientras que lo que han aportado en ese mismo periodo ha llegado a unos 32 mil millones. Es decir, que más del 60% de lo que pagan en impuestos les son devueltos.
Por otro lado, entre el 2015 y 2017, las devoluciones a empresas mineras pasaron de 2,385 millones de soles a 6,144 millones de soles, es decir que se incrementaron en más de 2.5 veces, siendo el 2016 el año en el que las devoluciones superaron el aporte realizado por las mineras.
En diciembre del 2017, el pleno del Congreso, pese a la pérdida de ingresos tributarios registrados en los años previos, aprobó la prórroga de la vigencia de los beneficios y exoneraciones tributarias hasta el 31 de diciembre de 2019, que incluye la devolución del Impuesto General a las Ventas (IGV) a la exploración minera .
En el siguiente cuadro podemos observar que por cada 100 soles pagan de impuestos en el 2016 se les devolvió 137 soles y en el 2017, 88 soles En lo que va del año 2019, la SUNAT ya le ha devuelto al sector minero 2,530 millones de soles, más de la mitad de lo que ha pagado en impuestos (4,530 millones). Además de las devoluciones, la minería goza de innumerables beneficios tributarios que le significan al Estado una pérdida de importantes recursos. A esto se suma el forado fiscal generado por las maniobras que utilizan para reducir su pago de impuestos por medio de la manipulación del precio de los productos que son comercializados.
Debemos de tener en claro que si los beneficios tributarios no son focalizados de forma responsable, terminan generando un déficit presupuestal (el mismo que se debe d financiar aumentando la deuda o generando ajustes en el sistema tributario), en donde finalmente terminan pagando más los que no se han visto beneficiados de estos incentivos, o por el contrario se reduce el gasto, es decir, que se deja de invertir en servicios públicos, por lo cual somos el resto de peruanos quienes terminamos pagándolo de una u otra forma .
En ese sentido, se requiere evaluar y revisar las condiciones en las que se aprueban estos beneficios tributarios, en particular las devoluciones, puesto que estas se siguen renovando; favoreciendo solo a un pequeño grupo empresarial.
Foto portada: GEC