Alan Fairlie y Erika Collantes

El domingo 3 de mayo, mediante la promulgación del DS N° 080-2020[1], el Ejecutivo aprobó la reanudación de actividades económicas, así como la relación de actividades de la Fase 1, que empezará gradualmente durante el presente mes de mayo. Según el MEF, actualmente la economía está operando a un 44%, y al término de la Fase 1, que durará aproximadamente un mes, el 70% de la economía estará funcionando[2].En el Gráfico 1 se presenta el procedimiento de inicio de actividades, el cual ya se ha iniciado con el DS N° 080-2020, y la autorización de la relación de actividades de la Fase 1 que hemos comentado, así como la Resolución Ministerial N° 239-2020[3] del Ministerio de Salud que establece el Protocolo General de Salud para los trabajadores con riesgo de exposición al Covid-19. A más tardar, el 8 de mayo, los Ministerios  competentes de algunos sectores, como pesca y minería, van a aprobar un Protocolo Sectorial especializado que complementa el Protocolo General. En paralelo, los ministerios sectoriales van a emitir una Resolución Ministerial con criterios específicos y territoriales.

Basados en todos los protocolos y criterios mencionados anteriormente, las empresas van a presentar un Plan de Emergencia que cada sector tendrá que aprobar. Con esta aprobación, la empresa va a registrar el Plan de Emergencia en una plataforma del Ministerio de Salud y va a empezar a operar. Luego, el Estado va a encargarse del proceso de fiscalización.

Gráfico 1. Procedimiento de inicio de actividades

Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas.

En el Gráfico 2 se muestra la lista de las actividades económicas de la Fase 1 que empezarán a operar a partir de este mes. Como podemos observar, los sectores de minería, industria, construcción, servicios y comercio serán los primeros en reanudar sus actividades.

Gráfico 2. Lista de actividades de la Fase 1

Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas.

Sin embargo, hay problemas y limitaciones con esta norma. Para empezar, parece los trabajadores no importaran mucho, ya que el protagonismo lo tienen los sectores, y los protocolos de seguridad de los trabajadores no están asegurados, ni el tratamiento y  cuidado de ellos y sus familiares. Ya hemos visto gran cantidad de contagios en actividades donde se suponía estos protocolos eran prolijos.

Además, el factor de reproducción del virus (factor R) aún es alto (es superior a 1). Existe una alta tasa de informalidad que tiene el país, sector que prácticamente  está siendo abandonado a su suerte. Todo ello conllevaría a que la tasa de crecimiento diario del número de contagios y muertes aumenten.

Balance

El gobierno ha tenido que elegir entre la salud y la economía, y claramente ha escogido lo segundo. Su apoyo a la gran empresa también es evidente, reinician actividades pese a los riesgos y cuarentena para los informales que tienen que vivir día a día, y los sectores vulnerables que no terminan de recibir los apoyos del gobierno, que debieron ser universales desde el comienzo. El gobierno destinó mediante el programa Reactiva Perú 30,000 millones de soles (4% del PBI) para otorgar créditos fundamentalmente a las grandes y medianas empresas, que en su mayoría cuentan con espalda financiera para enfrentar la crisis; mientras que para las micro y pequeñas empresas a través del Programa Fondo de Apoyo Empresarial solo destinó 800 millones de soles (0,1% del PBI), con trabas o dificultades para su colocación.

 La fiscalización del Estado juega un papel importante en el reinicio de actividades, ya que los protocolos que siguen las grandes empresas (como el caso de las mineras) han demostrado que no han podido respetar las medidas sanitarias y evitar la propagación del virus. El transporte público también juega es un aspecto clave que el gobierno debe de regular para evitar la propagación de los contagios.

Si en plena cuarentena el gobierno no ha podido controlar la aglomeración en los mercados, con el 73% de trabajadores informales que tiene el país, la propagación del virus sin lugar a dudas será aún mayor. El actual contexto, ha revelado el descuido de sectores vitales como la agricultura familiar y la pequeña agricultura, a pesar de su importancia para la seguridad alimentaria del país. Lo mismo ocurre con la inversión en ciencia y tecnología, eje transversal y fundamental que permitiría enfrentar en mejores condiciones la pandemia, articulando iniciativas dispersas de las universidades, sector privado y las fuerzas armadas. Se muestra además, el potencial local existente para la innovación y producción nacional  asi como la diversificación de nuestra economía.

Se siguen priorizando los sectores extractivos, y los proyectos del Plan Nacional de Infraestructura que serán los primeros en llevarse a cabo, los cuales como hemos mencionado anteriormente presentan fallas en su regulación, que no está siendo perfeccionada, sino más bien flexibilizada. Esto ya ha provocado en el pasado reciente casos de corrupción y una elevada carga fiscal para el gobierno. Es hora de rectificar.

Foto: El Peruano

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[1] DS N° 080-2020. “Decreto Supremo que aprueba la reanudación de actividades económicas en forma gradual y progresiva dentro del marco de la declaratoria de Emergencia Sanitaria Nacional por las graves circunstancias que afectan la vida de la Nación a consecuencia del COVID-19”. Publicado el 3 de mayo de 2020 en el Diario Oficial “El Peruano”. Disponible en: https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/decreto-supremo-que-aprueba-la-reanudacion-de-actividades-ec-decreto-supremo-n-080-2020-pcm-1865987-1/

[2] Véase: https://www.youtube.com/watch?v=caAS8vsWNB4

[3] Resolución Ministerial N° 239-2020. “Lineamientos para la vigilancia, prevención y control de la salud de los trabajadores con riesgo de exposición a Covid-19”. Publicado el 29 de abril de 2020. Disponible en: https://www.gob.pe/institucion/minsa/normas-legales/542920-239-2020-minsa