¿QUÉ HACER CON LA MIGRACIÓN VENEZOLANA?

En esta nota queremos concentrarnos en algunas consecuencias para el Perú, no en las causas.

La magnitud del problema:

Un primer debate es sobre el número. Diversas fuentes internacionales calculan aproximadamente 2 millones y medio, pero el gobierno venezolano señala que son alrededor de 600,000 y la mayoría arrepentida que quiere volver.

Colombia estima que tiene ya un millón de migrantes, lo cual consideran insostenible. Inclusive, un expresidente,  llama a una intervención internacional. Autoridades ecuatorianas, calculan 5,000 ingresos diarios, de los cuales se queda con un máximo del 20%, dado el “corredor humanitario” habilitado para que sigan hacia el sur, principalmente el Perú.

En nuestro país, nos acercamos al medio millón de venezolanos, lo que representa aproximadamente un 10% de los empleos modernos formales, y casi el doble de los jóvenes que cada año se incorporan a la PEA. El problema es que están ingresando también por la selva, como en Madre de Dios, donde habría ya 5,000 migrantes.

Según cálculos de Oscar Dancourt, se necesitaría un crecimiento del 10% del sector moderno para absorber esa cantidad de empleo, lo que solo ha ocurrido en algún año pico en los últimos 20 años. Nos recuerda que estructuralmente somos  un país con abundancia y no escasez de fuerza de trabajo, que tienen los receptores de migrantes a nivel internacional. Y que coyunturalmente, estamos en un “enfriamiento económico”, donde no se crean sino se pierden empleos.

No solo no se puede absorber esa magnitud de fuerza de trabajo, sino que su abundancia y “competencia desleal”, incentivada por los empresarios ávidos de ganancias, reduce el salario real en el sector formal. Asimismo, los ingresos precarios del sector informal, que deben repartirse entre más personas.

Planteamientos en  la región.

Se afirma la necesidad de cautelar los derechos humanos de los migrantes, el derecho internacional, lo que está bien. Se le contrapone el tema de la seguridad y la necesidad de solicitar pasaportes y la identificación de antecedentes, para no recibir gente indeseable. Pero, consideramos que primero se tiene que velar por los derechos de los nacionales, lo cual no implica tener posiciones xenófobas.

Se han realizado diferentes reuniones internacionales. El 29 de agosto el Comité Andino de autoridades migratorias, el 3 y 4 de setiembre en Quito una docena de la región, el 5 de setiembre, la OEA.

Se llama a defender los derechos humanos, intercambiar información, formar grupos de trabajo de seguimiento, enfatizan la necesidad de un trabajo colectivo y armonizado, se hacen solicitudes de financiamiento por parte de organismos internacionales, la regularización del uso del pasaporte, entre otros.

Pero, la pregunta central, es cuantos migrantes en el corto plazo, puede absorber la economía peruana. Hay estudios que muestran los efectos positivos de las migraciones en el mediano y largo plazo, sobre todo en países estructuralmente con escasez de mano de obra. Pero, en el corto plazo, hay problemas que enfrentar.

¿Qué hacer en el Perú?

  1. Ya hemos llegado al límite, debemos poner un cupo de 500,000 migrantes (que incluso la economía actual tendrá problemas de absorber). Exigir pasaporte, no crear nuevos programas de licencia temporal de trabajo (que habilitó al 20% de los migrantes formales).Es una pésima noticia y crea una interferencia con la política exterior, el que se haya aceptado una acción de amparo para revisar la reciente medida adoptada por el país.
  2. Establecer un “corredor humanitario”, si quieren seguir al sur o a la selva. Aunque, difícilmente Chile quiera aceptar mayor ritmo de migrantes, y Brasil ha militarizado la frontera.
  3. No flexibilizar condiciones o requisitos para que se les otorgue estatus de refugiados, que se aplica a casos de perseguidos políticos, que tendrían que ser debidamente acreditados (la inmensa mayoría lo hace por motivos económicos).
  4. Reasignarlos a regiones donde haya déficit de profesionales, u oficios que localmente no se pueden atender adecuadamente. Redistribuir migrantes del sector informal a regiones, según los sectores específicos identificados.
  5. Facilitar las operaciones de retorno impulsadas por el gobierno venezolano. No es cuestión de adivinar sus intenciones, se debe tomarles la palabra y retornar al máximo de sus compatriotas, por las vías que han establecido.
  6. Reactivar la economía nacional, que beneficie a la población peruana y atenúe la presión de empleos y la tendencia a la baja de los salarios. El 20% de empleos para extranjeros es lo que permite la norma en el sector formal, o 30% como máximo de la planilla. Pero, van principalmente al sector informal. Aunque, debería haber muchas más inspecciones laborales, lo que será muy complicado, dada la reducción presupuestaria al ministerio de trabajo.

Presidente: ¡Primero el Perú!, Usted lo ha declarado en sus mensajes a la Nación. ¡Actúe en consecuencia!

 

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