Infraestructura prioritaria para el privado

Rodolfo Bejarano
Economista, coordinador de Investigaciones de Latindadd

El PNCP tiene como primer objetivo el de Dotar al país de infraestructura económica y social de calidad con la finalidad de crear las condiciones para el acceso y uso de servicios básicos, así como impulsar la conectividad y flujo de información para una integración hacia las cadenas globales de valor. La necesidad de cerrar las brechas en materia de infraestructura, según el documento del plan, debe pasar por una mejora en el proceso de planificación y ejecución de obras, así como poner atención a una mejor gestión de todo el ciclo de las inversiones.

Las Asociaciones Público-Privadas (APP) y las Obras por Impuestos (OxI) son los mecanismos por excelencia, resaltadas en el PNCP, como parte de las soluciones ante la falta de inversiones en infraestructura y que no se han sabido “aprovechar” para reducir las brechas existentes. Al parecer no basta con las condiciones favorables que se otorgan a los proyectos de inversión por medio de los mecanismos ya establecidos –que incluyen las APP, Proyectos en activos y las OxI-[1], y es necesario ampliar las oportunidades hacia nuevos planes y programas que faciliten la infraestructura.

Una de las medidas de política establecidas en la OP1 es la formulación del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC), el que viene a ser un instrumento para la planificación de inversiones en infraestructura y el que fue aprobado y publicado simultáneamente junto con el plan, incorporando una cartera amplia de proyectos, muchos de ellos de gran envergadura y que están en la mira de los inversionistas privados.

Según el PNIC, se estima que la brecha de infraestructura en el país alcanza los 363,452 millones de soles como mínimo para alcanzar los niveles de infraestructura básica, de los cuales el 44% corresponde al sector transportes, seguido de saneamiento (20%) y salud (16%)[2]. La lista de proyectos priorizados incluye un total de 52 proyectos por un monto total de casi 100 mil millones de soles, de los cuales 31 corresponden al sector Transportes y Comunicaciones. Del total de la inversión requerida para los proyectos priorizados, las dos terceras partes será ejecutada en la modalidad de APP, mientras el 31% se hará vía Obra pública, y el 3.3% restante mediante Proyectos en Activos. Entre los proyectos con montos de inversión más importantes están: Línea 2 y Ramal Av. Faucett-Av. Gambeta de la Red Básica del Metro de Lima y Callao, Línea 3 Red básica del metro de Lima, y Longitudinal de la Sierra Tramo 4: Huancayo-Ayacucho-Andahuaylas.

Las múltiples trabas y falencias que imposibilitan el desarrollo de las inversiones pueden dar pie a señalar que el Estado no ha podido ser lo suficientemente eficaz para llevar a cabo las inversiones necesarias y que esta carencia puede ser atendida tranquilamente por el sector privado. Sin embargo, la experiencia nos dice que no necesariamente la intervención privada en las inversiones es la más adecuada y beneficiosa para el conjunto de la sociedad[3].

Es cierto que las brechas de inversión aún son enormes y conocemos muy bien las necesidades que nuestro país tiene en términos de infraestructura[4], sin embargo, primero se debe contar con un sistema sólido y pertinente que identifique claramente las razones que justifican el uso de modalidades que involucran al sector privado como las mejores alternativas a la obra estatal.

Foto portada tomada de: www.esan.edu.pe


[1] https://www.mef.gob.pe/es/acerca-de-las-asociaciones-publico-privadas-apps

[2] https://www.mef.gob.pe/contenidos/inv_privada/planes/PNIC_2019.pdf

[3] https://www.latindadd.org/2018/10/08/informe-expone-como-las-app-agotan-los-recursos-publicos-y-no-cumplen-con-interes-publico/

[4] Perú se ubica en el puesto 85 de 137 países en el Indicador de Calidad de Infraestructura del Índice de Competitividad Global 2017-2018.

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