CRISIS Y PERSPECTIVAS DEL EMPLEO

Alan Fairlie Reinoso

La Organización Internacional del Trabajo – OIT, ha publicado un reciente estudio, denominado “Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo, Tendencias 2021”[1], donde se resalta la disrupción sin precedentes que la pandemia ha causado al mundo del trabajo. Asimismo, que si bien, los gobiernos y las organizaciones de trabajadores y empleadores han tomado medidas para enfrentar la crisis y proteger el empleo, esto ha sido diferente a nivel de las regiones y de los países.

Datos

La OIT indica que en el 2020 se ha perdido el 8.8% del total de horas de trabajo aproximadamente, lo que equivale a 255 millones de trabajadores a tiempo completo (la mitad de dichas horas se perdieron por la reducción de jornadas laborales con el fin de preservar los empleos). Si se compara con el año 2019, la pérdida de los empleos se ha reducido en 144 millones de trabajadores. Esta situación ha impactado en la fuerte caída de los ingresos y en el aumento de la pobreza a nivel mundial. Los ingresos de trabajo representaron en el 2020 unos 3.7 billones de dólares, un 8.3% menos de lo que se dio sin la pandemia. A comparación del año 2019, la OIT estima que 108 millones de trabajadores han pasado a ser extremada o moderadamente pobres, por lo que sus familias tienen que vivir con menos de 3.20 dólares al día, habiéndose perdido cinco años de avance en la erradicación de la pobreza.

Respecto a la recuperación del empleo, se prevé que en el 2021 se creen 100 millones de puestos de trabajo, y en el 2022, sean 80 millones. Por lo que, calculan que el déficit mundial de puestos de trabajo generado por la crisis es de 75 millones en el 2021, y 23 millones en el 2022.

Por otra parte, una nueva proyección señala la pérdida de 10 millones de puestos de trabajo a tiempo completo en el 2021, siendo un total de 100 millones de empleos destruidos, frente a los 90 millones que se habían previsto anteriormente. Ante el crecimiento débil del empleo, los trabajadores que se encontraban inactivos saldrán a incorporarse a la fuerza de trabajo, lo cual aumentará el desempleo de 187 millones en el 2019, a 220 millones en el 2020 y 2021. Asimismo, la recuperación será desigual. Mientras que para los países de ingresos altos la recuperación será mas rápida, para los de ingresos bajos y medianos que tienen más dificultades para acceder a las vacunas y tiene restricciones de gasto público, su recuperación será lenta. A ello se sumaría la disminución del crecimiento de empleo productivo, dado que se pasaría de un reducido 0.9% del periodo 2016-2019, a una tasa negativa de -1.1% en el 2019-2022.

La OIT propone una agenda política integral y concertada centrada en las personas

La OIT resalta que si bien se pueden implementar diversas iniciativas políticas que sean concertadas, el problema es hacer frente al aumento de la desigualdad, por lo cual es necesario que a través de las iniciativas internacionales se garantice el acceso mundial a las vacunas y al financiamiento para los países en desarrollo, incluso mediante la reestructuración de la deuda. Para ello, es necesario que prime el diálogo social, entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores, promover trabajo decente y reconstruir los mercados de trabajo de forma más justa y sostenible. En ese sentido, proponen cuatro ejes para una recuperación centrada en las personas:

1) Promover un crecimiento económico generalizado y la creación de empleo productivo.

2) Apoyar los ingresos de los hogares y las transiciones en el mercado de trabajo, en particular para las personas más perjudicadas por la crisis.

3) Reforzar las bases institucionales de un crecimiento económico y un desarrollo inclusivos, sostenibles y resilientes.

4) Participar en el diálogo social para elaborar estrategias de recuperación centradas en las personas, y garantizar su aplicación efectiva.

Sin duda nos enfrentamos a una etapa muy compleja para el mundo del trabajo, tenemos que impulsar medidas de recuperación frente a la crisis con la pandemia aún presente y sin haber culminado con el proceso de vacunación de la población. Es importante tomar en cuenta las recomendaciones de la OIT, y que las políticas integrales de recuperación estén centradas en las personas, promoviendo el diálogo social para tomar las mejores decisiones.


[1] Véase en: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—dgreports/—dcomm/documents/publication/wcms_794492.pdf

Foto: CNN

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