¿Cómo vamos en el frente externo?

Artículo publicado en Diario Uno

Los primeros 100 días del gobierno en política exterior, permiten identificar iniciativas importantes y otras en las que habría que andar con cuidado.

Fue positivo que el primer viaje de estado fuera a China, y no a la superpotencia como algunos esperaban. Fortalecer la alianza estratégica con China, es esencial en cualquier esquema que busque fomentar la multipolaridad. Además, por la propuesta de buscar darle mayor valor agregado incluso a las actividades primarias (como minería), tratando de diversificar las inversiones asiáticas. También, porque se trató el tema del TPP de forma equilibrada, y la búsqueda de la convergencia en APEC, de los mega-procesos que tanto EE.UU como China impulsan.

Ha habido iniciativas que ratifican la importancia de los foros multilaterales y la presencia del país en ellos, particularmente en lo referido a cambio climático, la OMC, la solución pacífica de controversias. Esto se explicitó en el discurso presidencial en Naciones Unidas. EL nombramiento de embajadores de carrera en destinos clave, parece ratificar esta voluntad.

Respecto a las relaciones vecinales, muy importante y positiva la reanudación de gabinetes binacionales con Ecuador, Bolivia y Colombia. Se tratan temas sustantivos y deben tener mayor protagonismo y recursos nuestros gobiernos regionales, nuevo rol en las relaciones fronterizas definidas en estas agendas de trabajo. Preocupante las visitas y anuncios respecto a Chile sobre venta de energía y temas relacionados, cuando hay aspectos relacionados al Fallo dela Haya que no se han completado y no se ha resuelto el asunto del denominado “triángulo terrestre”.

Deberíamos relanzar la relación con Brasil, la que tuvo cierto enfriamiento por diversos acontecimientos que se presentaron durante la administración anterior. Por motivos varios, nos parece crucial profundizar ese vínculo de manera prioritaria.

Se ha puesto énfasis en la Alianza del Pacífico, no se ha mencionado la necesidad de buscar una convergencia con los otros procesos de integración o foros regionales como CAN, Mercosur, UNASUR, CELAC. Respecto al TPP hubo posición más distante al comienzo, luego de impulso. No sería adecuado forzar su aprobación antes que en EE.UU, donde los dos candidatos presidenciales han sido críticos. Sin EE.UU, no hay TPP.

Otros países, incluído nuestro vecino del sur, han tenido posiciones más prudentes, como también en el caso de Venezuela. Así, mientras sus cancilleres emitían un pronunciamiento saludando el diálogo y haciendo votos por el éxito de la mediación papal y de UNASUR, el Presidente quedaba aislado y descolocado apelando a la cláusula democrática.

Tenemos una brillante oportunidad en la próxima Cumbre de APEC, para fortalecer vínculos bilaterales con China, Rusia y los líderes que nos visitan. Mejorar nuestra proyección en el escenario internacional, debe ser una política de estado.

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