COMO SALIR DE LA CUARENTENA
Alan Fairlie
El gobierno ha decidido ampliar la cuarentena hasta fines de junio, relajando algunas disposiciones y simultáneamente, con la reanudación de actividades económicas. Es importante estudiar la experiencia internacional, lo que asumimos ha hecho el Ejecutivo.
El 14 de mayo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó el informe titulado “Del confinamiento a la reapertura: Consideraciones estratégicas para el reinicio de las actividades en América Latina y el Caribe en el marco de la COVID-19”(1) el cual trata de responder a las preguntas de cuándo y cómo relajar las medidas de confinamiento y distanciamiento social. Luego de evaluar experiencias internacionales, propuestas de think thanks y otras instituciones, se plantea una serie de recomendaciones para los tomadores de decisiones en América Latina y el Caribe (ALC).
En la segunda sección titulada “Una decisión difícil bajo incertidumbre”, se resalta los principales retos que deberán afrontar los Gobiernos, pues ensayarán medidas en un contexto en el que no se cuenta con vacuna, no se conoce con profundidad la inmunidad comunitaria, no se puede predecir el comportamiento de la población luego de la reapertura, entre otras incógnitas. Mas aún, si bien pueden tomar como referencia lo que ocurrió en países con un ciclo de la enfermedad más avanzado, también deberán adecuar sus políticas a las características demográficas, sociales, geográficas, económicas de la región. Además, a diferencia de países industrializados, los Gobiernos de la región deberán lidiar con una mayor prevalencia de enfermedades crónicas, poca holgura económica para proteger empleos, menor capacidad hospitalaria, escasez de pruebas de diagnóstico, problemas estructurales como la alta informalidad, entre otras limitaciones.
En la tercera sección titulada “Lecciones de otros países” se presentan márgenes de acción comparables con otros países y sugerencias de cómo prepararse para la reapertura. De países de Asia oriental, se pueden aprender la importancia del uso masivo de pruebas y trazabilidad de contactos, no bajar la guardia para evitar segundas oleadas de casos, el uso de restricciones para viajar y cuarentena para viajeros, entre otras medidas. De países de Europa y Estados Unidos se pueden aprender las herramientas usadas para flexibilizar medidas de confinamiento como el monitoreo de condiciones epidemiológicas, atención a grupos de población específicos como grupos de riesgo, adultos mayores, o personas con condiciones médicas preexistentes.
Si bien existe consenso en esas áreas, aun no es claro qué sectores económicos deben ser priorizados en la fase de reapertura por estar sujetos a intereses sociales, políticos y culturales.
En la cuarta sección titulada “¿Qué hacer hoy y en los próximos meses para contener la pandemia?”, el BID presenta sus recomendaciones de política. A medida que países de ALC han ido extendiendo sus medidas de aislamiento social, la literatura ha reconocido una ‘fatiga de comportamiento’ en la población, lo cual pone mayores presiones sobre autoridades para que apresuren relajación de restricciones. Por lo tanto, en tiempos de reapertura, el BID recomienda montar sistemas de inteligencia epidemiológicas que permitan aprender de aperturas en determinados sectores o regiones, de manera que se puedan ir perfeccionando políticas.
Este proceso dependerá del calendario del Covid-19 en cada país, así como de la efectiva sistematización de información a nivel nacional. En el corto plazo, propone robustecer la coordinación y gestión estratégica, invertir en aumentar infraestructura para tratar casos graves, aumentar la capacidad del sistema de salud a través de la capacitación del personal de salud, aumentar capacidad de diagnóstico. Asimismo, se plantea fomentar la innovación tecnológica para la evaluación e identificación de casos, vigilancia, monitoreo de casos y a nivel poblacional.
La quinta sección “Gestionar ámbitos clave para prevenir el contagio” está enfocada en medidas para el transporte seguro de personas, apertura de centros educativos, y el ámbito laboral. Respecto al transporte, el BID propone controlar acceso a sistemas de transporte, incentivar el uso de medios de transporte alternativos o las caminatas, entre otras medidas. Para las escuelas se sugiere asegurar infraestructura adecuada, implementar nuevos protocolos de higiene, prevenir riesgos durante movilidad, entre otras medidas. En el ámbito laboral se sugiere expandir el teletrabajo, establecer medidas para limitar interacción entre empleados, protocolos de desinfección, entre otras medidas.
Por último, en la sección seis “Asegurar la continuidad de las actividades esenciales durante confinamiento y en la etapa de salida selectiva” se plantea recomendaciones para el resto de sectores económicos que prestan servicios o producen bienes esenciales en contexto de pandemia. Para la Administración Pública, se recomienda seguir facilitando el teletrabajo y la progresiva digitalización de servicios, apoyar conectividad de funcionarios, revisar legislación en materia de protección de datos, entre otras medidas.
Respecto a la seguridad alimentaria, se propone reducir presencia de personas de zonas urbanas en zonas rurales para reducir riesgo de contagio de productores, proveer liquidez antes de la siembra, mantener estándares de inocuidad alimentaria vigentes, entre otras medidas. También se plantean medidas para asegurar los servicios de agua y energía, continuidad en construcción de infraestructura, en transporte de carga y para recuperar el turismo. Respecto a este último sector, el BID propone lineamientos para la operación de lugares turísticos y actividades conexas como ampliar medidas de limpieza en hoteles, atracciones turísticas, agencias turísticas, entre otros espacios.
Nuestro caso
Hay políticas que no se pueden aplicar aquí, por la diferencia institucional y principalmente características y falencias estructurales que padecemos y que han sido evidenciados por la pandemia. La elevada informalidad, abandono de la ciencia y tecnología, agricultura familiar, industria nacional, transporte caótico, hipercentralismo, concentración de mercados.
Pero, hay otras que si se pueden, algunas impulsadas desde el gobierno, otras planteadas por diferentes actores económicos y sociales, e instituciones, y no recogidas, pese a su viabilidad y tener las condiciones para hacerlo. Hagamos una revisión conjunta de esa batería de políticas, sobre todo las que han tenido éxito en países similares al nuestro, y apoyemos todos su implementación. Más vale tarde que nunca.
Foto: El comercio