Educación y género en la pandemia

Alan Fairlie Reinoso

La pandemia podría estar generando retrocesos significativos sobre los logros obtenidos en los últimos años en la formación de capital humano, y la reducción de la brecha de desigualdad educativa entre niños y niñas. Por tal motivo, el Banco Mundial (2021)[1] ha analizado los diferentes hechos estilizados que persisten sobre esta problemática y propone una serie de medidas que deberían abordar los países para reducir y mitigar el impacto.

Hechos estilizados más resaltantes

Respecto a los principales hechos estilizados entorno a la presencia de desigualdad de oportunidades relacionados a la educación, el Banco Mundial (2021) resalta los siguientes:

  • Menos oportunidades de aprendizaje: Según el índice mundial de paridad de género en la matrícula escolar, se observa que desde 1970 hasta el 2017 se ha dado un incremento constante en la matrícula de primaria y secundaria. No obstante, en los últimos años este índice se ha visto rezagado en la educación primaria y, además, se encuentra que las niñas están enfrentando retrasos constantes en oportunidades de aprendizaje a diferencia de los niños.
  • La participación de las niñas en los programas de formación profesional es menor que la de los niños: la tendencia, sobre la proporción de estudiantes de educación secundaria superior matriculados en programas de formación profesional en el periodo 1998-2018, ha sido más baja para las niñas que para los niños. No obstante, en algunos casos como en las regiones de Europa y Asia central y Asia oriental y el Pacífico, esta diferencia parece estar aumentado. 
  • Menos mujeres que hombres en la fuerza laboral: Esta disparidad en la educación entre niños y niñas se traduce en una menor presencia de mujeres en la fuerza laboral durante su vida adulta. El Banco Mundial (2021) reporta que “de cada 100 hombres en la fuerza laboral hay: 30 mujeres en Asia meridional y Oriente Medio y Norte de África, 76 mujeres en Asia oriental y el Pacífico y Europa y Asia central, y 85 mujeres en África al sur del Sahara”. La menor presencia de las mujeres en el mercado laboral genera que si  estas trabajan, usualmente lo hacen en empleos informales y con menores salarios.
  • Las mujeres con nivel de instrucción intermedio o avanzado tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres: Las estimaciones de la población activa desempleada que tiene un nivel de instrucción intermedio[2], muestran que las mujeres tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres.

Lo que se puede esperar de la pandemia

La evidencia de otras crisis muestra que ante este tipo de situaciones se da un incremento de la deserción escolar, la violencia de género, los embarazos adolescentes, el tiempo dedicado al cuidado del hogar, la inseguridad alimentaria y la pobreza. Por tal motivo, los potenciales efectos que se esperan de esta pandemia son una pérdida en el aprendizaje y, a futuro, una reducción de los ingresos y cambios en los perfiles laborales, con niñas y mujeres menos preparadas para afrontar el mundo laboral y sus requerimientos.

¿Cómo fomentar la igualdad de género y cerrar las brechas de género?

Entre las propuestas presentadas, se destacan las siguientes:

  • Invertir en infraestructura digital para promover el aprendizaje permanente, a pesar de las restricciones de movilidad que se están dando en este momento por el COVID-19.
  • Sistemas de gestión del aprendizaje y la renovación del plan de estudios, ofreciendo habilidades digitales y socioemocionales tanto para los niveles educativos básicos, como para los intermedios y avanzados
  • Contenidos inclusivos y con perspectivas de género para promover la cohesión social
  • Servicios de cuidado infantil proporcionados por el empleador en el lugar de trabajo, y desarrollo y educación en la primera infancia
  • Programas de empleo y estudio sobre el desarrollo de habilidades de formación, para apoyar el aprendizaje en el puesto de trabajo.
  • Promover un trabajo conjunto entre el sector público, privado y sociedad civil, para lograr un financiamiento en innovación para el desarrollo.

Es importante incorporar estas recomendaciones en la agenda actual, con la finalidad de evitar que estas brechas educativas puedan tener efectos negativos significativos en el corto y largo plazo, así como evitar retrocesos en las políticas educativas implementadas por los países.   


[1] Disponible en: https://blogs.worldbank.org/es/datos/reconstruir-mejor-despues-de-la-covid-19-promoviendo-la-igualdad-de-genero-en-la-educacion?cid=ECR_TT_worldbank_ES_EXT

[2] Educación secundaria superior o postsecundaria no terciaria

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