Sistema de Pensiones: La reforma que se viene

Escriben:
Alan Fairlie 
Rosa Varillas

Hace unos días se hizo público el documento “Estudios de la OCDE sobre los sistemas de pensiones – Perú”[1], en cuya exposición, el vicerrector del gabinete de la OCDE, señaló que es la quinta serie de revisión del sistema de pensiones después de Irlanda (2014), México (2016), Letonia (2018), y Portugal (2019). Aunque para algunos este hecho pase desapercibido y no le estén dando la prioridad que corresponde, nos encontramos ante un impulso conjunto del Ejecutivo con el Legislativo hacia una reforma del sistema de pensiones en nuestro país.

En el mes de mayo, cuando se aprobó la Ley Nº 30939, sobre el régimen especial de jubilación anticipada, en cuya segunda disposición complementaria transitoria se incorporó a propuesta de Mercedes Araoz (entonces presidenta de la Comisión de Economía del Congreso), para la creación de un Consejo conformado por el MEF, SBS, MINTRA, y la ONP, para evaluar la situación de los sistemas de pensiones públicos y privados en un plazo de 180 días naturales. Al siguiente mes, se publicó el Decreto Supremo N° 175-2019-EF que aprueba las disposiciones del Consejo de Evaluación.

Lo que propone el OCDE

El Estudio presenta diversas recomendaciones sobre el sistema de pensiones, advirtiendo desde su inicio que las propuestas de política deben implementarse de forma integral y no separadamente. Además, que la reforma debe tener una visión a largo plazo. Señalan que el objetivo principal de un sistema de pensiones es asegurar que los individuos en la vejez tengan una fuente regular de ingresos. Y, que el Perú, en comparación con los estándares internacionales, tiene un sistema de pensiones contributivo bajo, alrededor del 55% de la población en edad de trabajar. Esta situación se genera debido a que la mayoría (70%) se encuentra con empleo informal, las contribuciones son relativamente bajas como las densidades de contribución, y porque se puede retirar activos antes de la edad de jubilación.

Para la OCDE se debe abordar la pobreza en la vejez desde la pensión no contributiva, como el programa de Pensión 65. Por lo que propone incrementar el nivel de beneficios e indexarlos al menos con la inflación para mantener poder adquisitivo, e integrarlo con la pensión mínima del sistema contributivo.

Respecto al tema del sistema de pensiones público de reparto (ONP) y el sistema de capitalización de cuentas individuales (AFP), señala que actualmente vienen compitiendo, por lo que propone conservar ambos sistemas y complementarlos a fin de que las personas contribuyan obligatoriamente y reciban pensiones por ambos. Asimismo, añade que debería reducirse el número mínimo de años de aporte, que actualmente son 20 años, eliminar la duplicidad de los beneficios de la pensión de discapacidad y de viudez, entre otros.

A fin de hacer frente a los altos índices de informalidad que limita el acceso a las pensiones, la OCDE propone que se subsidie las contribuciones a la seguridad social de los trabajadores de bajos ingresos, que se den incentivos a los trabajadores para que ahorren de forma voluntaria para su jubilación. Incrementar la tasa de contribución obligatoria de forma gradual y que ésta deba estar vinculada al alza de salarios, además en paralelo podría haber contribuciones adicionales por parte del empleador. Limitar el retiro temprano de los activos de las cuentas de pensiones y el acceso a la jubilación anticipada, eliminando la brecha de género en la edad.

Sobre la optimización de la regulación del sistema de capitalización individual (AFP), propone introducir una estructura de comisiones basada en el rendimiento: los proveedores reciben más si los fondos superan el desempeño del mercado, para alinear los incentivos de los administradores de pensiones con el interés de los afiliados. También plantea establecer estrategias para evaluar el desempeño de las AFP, mejorar y estandarizar la divulgación y el reporte de los costos y comisiones de las AFP para que los afiliados compararen las comisiones que están pagando y puedan cambiar de AFP, entre otros.

Sobre el retiro del 95.5% del fondo de pensiones, indica que ha minado el papel del sistema de pensiones para proporcionar un flujo regular de ingresos en la jubilación. Propone establecer como requisito para acceder a un pago único, el contar con un nivel mínimo de renta para jubilarse. Asimismo; desalienta el retiro de fondos de pensiones en suma alzada a través de incentivos de cobertura de salud.

¿A dónde vamos con nuestras pensiones?

Las pensiones en el Perú, al igual que en Colombia se encuentran bajo el modelo paralelo. Es decir, coexiste el sistema privado y público de pensiones como opciones distintas. En Uruguay y Costa Rica tienen un modelo Mixto, donde se aporta al sistema público y al sistema privado de manera conjunta. En Chile y México tienen el modelo sustitutivo, el sistema privado de pensiones sustituyó al público. El resto de América Latina, en su mayoría tienen el modelo de reparto del sistema público.

En diversos países se vienen debatiendo la reforma de pensiones. La OIT, al respecto, ha publicado su informe “La reversión de la privatización de las pensiones: Reconstruyendo los sistemas públicos de pensiones en los países de Europa Oriental y América Latina (2000-2018)”, donde indica que dieciocho de treinta países que privatizaron total o parcialmente su sistema público de pensiones obligatorias, revisaron sus reformas y revirtieron, total o parcialmente, la privatización.

El informe de la OCDE no señala que nuestro país convierta su sistema de pensiones sólo bajo el modelo de reparto, es decir el sistema público. Pero, tampoco asume la posición de la presidenta de la Asociación de la AFP que consideró que el sistema de reparto (ONP) es inviable y que debería transformarse en un sistema de capitalización individual. Es decir, optar por el modelo sustitutivo. Menos aún propuso convertir la ONP en una AFP pública, como lo señaló el Jefe de la ONP. La OCDE lo que señala es que ambos sistemas, el de reparto (ONP) y el de capitalización individual (AFP), no compitan entre sí y se complementen.

En este estudio, la OCDE ha puesto diversos temas sobre la mesa, ellos proponen subir la tasa de contribución, pero tiene que ir de la mano con el aumento de remuneraciones y la posibilidad de que los empleadores también aporten. Además, plantean la reducción de los años de aportes para gozar una pensión, eliminar o reducir el retiro de pensiones, que el Estado otorgue subvenciones en el caso de los trabajadores de menos ingresos. Estos temas son controversiales, y si no son analizados en su integridad, podrían generar cambios que perjudiquen a la población.

En el mundo, se viene debatiendo como reducir la pobreza, por lo que se llegan a acuerdos como la Agenda 2030 y los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU, mientras se promueve que los países ratifiquen la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, la realidad en nuestro país es crítica. Según el Informe de Adjuntía Nº 006-2019-DP/AAE de la Defensoría del Pueblo, el 87,73% de las personas adulta mayores en el Perú no tienen acceso a una pensión de jubilación que les permita tener una vejez digna.

Este proceso de debate sobre la reforma de pensiones, tendrá una propuesta para enero como lo anunció la Ministra de Trabajo, con o sin la participación y la opinión de los trabajadores.  La Comisión, dirigida por el MEF está avanzando en ese sentido. Urge que la discusión se dé también desde abajo, que los trabajadores elaboren sus propuestas y las expongan. Debe desarrollarse el debate sobre las pensiones en nuestro país, las consecuencias del sistema de privatización, las limitaciones del sistema público, las bajas pensiones que se otorgan, entre otros. Las organizaciones sindicales deben asumir su papel, antes que otros decidan por ellos.

Desde nuestro despacho del parlamento andino, y asumiendo los principios de la universalidad y solidaridad en las pensiones, fue presentada y aprobada la Recomendación Nº 378 “Para garantizar los Pisos de Protección Social, y la sostenibilidad financiera fiscal de los sistemas pensionarios en la región Andina” a fin de que se promueva garantizar el acceso a los beneficios de la seguridad social a todos mediante regímenes contributivos y no contributivos. Del mismo modo, se ha propuesto al Parlamento Andino un Marco Normativo sobre Seguridad Social que plantea como principal, el modelo de reparto del sistema público de pensiones. Son instrumentos que pueden aportar a este debate.


[1] Véase en: http://www.oecd.org/pensions/Estudio-OCDE-Sistema-Pensiones-Peru-Sintesis.pdf

One thought on “Sistema de Pensiones: La reforma que se viene”

  1. EL SISTEMA DE PENSIONES EN EL PERÚ DEBE SUSTENTARSE EN LA IGUALDAD ,NO ES POSIBLE QUE NO FUNCIONE, EL TEMA DE LAS PENSIONES EN GENERAL DE LOS ADULTOS MAYORES ES LA FLAGRANTE DESIGUALDAD APARTE DE SER DE SOBREVIVENCIA ,SINO DE INDIGNACIÓN PENSAR QUE SEGÚN LA CONSTITUCIÓN TODOS SOMOS IGUALES ANTE LA LEY ,EL MODELO SE BASA QUE EXISTE VARIOS REGÍMENES DE PENSIONES EN LOS CIVILES Y EN LAS FFAA ,QUE NO DEBEN CONTINUAR DEBATAMOS AHONDAN MAS LA DESIGUALDAD.

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