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¿Se reajusta la política macroeconómica?

Artículo publicado en diario Uno

Alan Fairlie

El ministro Thorne, en declaraciones públicas y seminario internacional organizado por la Cámara de Comercio, ha hecho diferentes anuncios de política que reafirman algunas cosas, pero deja abiertas otras.

Mantiene expectativas de tasas de crecimiento para la economía alrededor del 3%, que desde diferentes análisis se considera muy optimista. Bruno Seminario por ejemplo, calcula que por los desastres y corrupción, podríamos estar cercanos a cero. El ministro cree que luego de un mes negativo adicional, habrá un rebote que se mantendrá gracias a la inversión pública que se destinará a la reconstrucción.

Un cambio ha sido que se ha levantado la rigidez inicial de la meta de déficit fiscal, ahora se plantea que puede aumentar y que hay los recursos para invertir. Esto es positivo. También el anunciar que en principio no habrá endeudamiento externo y no se subirán los impuestos.

Si no se relajaba la meta fiscal, debía hacerse un nuevo ajuste de gastos que tanto daño hizo el último trimestre del año pasado, o aumentar impuestos. La recaudación ha caído y las metas no se han cumplido. Solo se recuperará si hay un crecimiento similar al proyectado por el ministro, pero como se ha señalado, parece poco probable de alcanzar.

En efecto, no solo hay una caída de la inversión privada desde antes del escándalo de corrupción y el desastre que nos afectaron. Ahora, las expectativas empresariales según las encuestas disponibles, no han cambiado y no se espera aumento de la inversión privada. Más aún si hay capacidad instalada ociosa en la industria. No habría incentivo para invertir en un contexto de desaceleración de la economía y cifras negativas en varios sectores, donde se ha tenido simultáneamente un shock de oferta y demanda.

Solo queda la inversión pública, porque no tenemos nuevos proyectos de inversión extranjera adicionales a los mineros que se conocen. Se ha tenido que revisar también las metas y plazos de Proinversión, en metas de concesiones, asociaciones público-privadas y obras por impuestos. El problema es que con los escándalos que se conocen de corrupción, no hay suficiente credibilidad.

El ministro ha señalado ahora que tenemos los recursos fiscales suficientes que sumados pueden llegar al 8% del PBI. No se usarán todos, pero efectivamente hay recursos que se necesitan invertir ahora, como en el caso de las reservas fiscales. Pero, no necesariamente será inversión pública, se está mencionando la modalidad de obras por impuestos. Aquí hay que tener mucho cuidado tomando todas las previsiones en los casos que se implemente, dados los antecedentes de corrupción  que aún no se terminan de conocer, no solo en gobierno nacional, sino en los regionales y locales. Superado ese problema todavía queda el de la gestión y hay limitaciones para hacerlo de forma descentralizada. El MEF está convocando especialistas de proyectos, lo que no está mal, pero es insuficiente. CEPLAN tendría que jugar un rol protagónico.

El tema de las modalidades de gasto pasa a ser crucial. Por ejemplo, llevar ayuda a las zonas afectadas, no sería tan eficiente como hacer transferencias directas a los damnificados, dicen los expertos. Debería priorizarse la inversión pública directa y solo muy complementariamente las otras modalidades. El tema del ordenamiento territorial o construir planificadamente, tomando previsiones para nuevos fenómenos deben ser considerados.

Se están juntado mecanismos de corto plazo con largo plazo, que deben combinarse bien. Ojalá se consiga.

El BCR debe ayudar bajando las tasas de interés. El aumento de la inflación probablemente se revierta dado que la emergencia está pasando, y tampoco se prevén grandes fluctuaciones cambiarias, aún con alzas de la tasa de interés internacional. Debería priorizarse la reactivación, acompañando el esfuerzo de inversión pública. También facilitar crédito especialmente a los productores afectados y las pymes. El anuncio de Cofide de canalizar los 700 millones de soles de crédito es positivo, también los cambios anunciados en Mi vivienda que permita mayor impulso financiero y de inversión.

Sobre el mediano plazo hay señales contradictorias .Se anuncia política de clusters para pymes, lo cual está muy bien porque dinamiza sectores productivos no solo primarios. Pero, se critica la diversificación productiva, y funcionamiento de los CITES, sin poner en ejecución una alternativa inmediata. Ojalá no se abandonen objetivos de diversificación productiva y de cadenas productivas y de valor que nos ayuden a cambiar la inserción internacional del país, así como de la matriz productiva.

Solo en la medida que se aplique correctamente el shock de inversión pública que reactive la economía, creará un crowding -in, reanimando la inversión privada, para retomar una senda de crecimiento. Pero no debería ser en la misma senda ya transitada, sino con nuevos horizontes, tomando esta crisis como una oportunidad de desarrollo sostenible que el país requiere.

 

 

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