PASOS DE GIGANTE
Jorge Pascual Paredes Ruidias – Estudiante del octavo ciclo de Economía Pública y miembro del Parlamento Andino Universitario UNMSM
El Perú viene recuperándose a un ritmo creciente en los últimos meses, a pesar de habernos enfrentado a un año muy complicado debido a la pandemia de la COVID-19, nuestra reactivación se está haciendo a pasos de gigante, teniendo una proyección de crecimiento del PBI de 11.5%, de acuerdo al reporte de inflación presentado por el BCRP el 18 de diciembre[1].
Por su parte el ministro de Economía y Finanzas[2], Waldo Mendoza, expresa que la economía peruana se recupera más rápido de lo previsto pues nos encontramos en un contexto favorable de los sectores económicos y un entorno internacional caracterizado por el incremento de los precios de las materias primas, conjuntamente con la recuperación de nuestros aliados estratégicos como son China y Estados Unidos, lo cual se reflejaría en una menor contracción del PBI.
También es importante recalcar el rol de la inversión y su relación con el producto, a lo largo del tiempo contribuyen al crecimiento económico, ya que explican en el corto plazo una proporción significativa en el producto y la demanda agregada, como también en el largo plazo en la formación del acervo de capital, siempre y cuando la inversión esté asociada a un desarrollo de proyectos rentables y eficientes. A pesar de ser uno de los componentes más volátiles del PBI, pues principalmente depende de las expectativas de los empresarios sobre el futuro de la economía, estas fluctuaciones están asociadas a las oscilaciones de la actividad económica agregada y como ya lo mencionamos, este contexto futuro se encuentra favorable para el Perú.
Además, el plan de vacunación, los cuidados que debe tener la población en su conjunto y las medidas dadas por el gobierno, serán clave para la mejorar las expectativas tanto de la población y de los inversionistas, dado que disminuye la probabilidad de implementar medidas que restrinjan el buen funcionamiento y la salud de la economía. De no ser el caso, en un escenario catastrófico, existiría una caída del producto y la inversión pues esta explica casi un tercio de esta evolución, teniendo ambas un comportamiento sincronizado, debido a que el grado de asociación de estas variables es elevado cuando se utilizan sus valores contemporáneos, lo que desembocaría en una desaceleración debido a la incertidumbre y la parálisis de gran parte de los sectores económicos, como ya lo vivimos el año pasado.
Para garantizar el buen funcionamiento obtenido, se necesita de acuerdo a la exposición del ministro Waldo Mendoza en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2020), continuar garantizando la ejecución de la inversión pública, fomentar la inversión privada y la recuperación del empleo, los cuales son aspectos importantes para la recuperación de la economía y mejorar el bienestar de la población.
Finalmente, en materia fiscal, existen retos que el Perú debe asumir en los próximos meses de elecciones, será disminuir el déficit fiscal y así mantener la sostenibilidad de la misma, esperando que el próximo gobierno de turno mantenga las metas para mejorar la eficiencia del gasto público, incrementar los ingresos fiscales y empezar a generar los caminos que unan los resultados económicos con los resultados sociales, pues de nada sirve tener muchos dígitos a favor de acuerdo a los indicadores económicos, si no se refleja en la vida de las personas, hay mucho por lo que trabajar para dejar de parecer un Perú de muchos enanos y algunos gigantes.
[1] Perú, B. C. (2020). Reporte de Inflación diciembre 2020. Lima. Obtenido de https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Reporte-Inflacion/2020/diciembre/reporte-de-inflacion-diciembre-2020.pdf
[2] COMUNICACIONES, O. (15 de enero de 2021). Ministerio de Economía y Finanzas. Obtenido de mef.gob.pe: https://www.mef.gob.pe/index.php/?option=com_content&view=article&id=6854&Itemid=101108&lang=es
Imagen: Catálogo de logística
