La Economía Azul en la Unión Europea
Alan Fairlie
El último jueves 11 de junio, la Comisión Europea publicó “The EU Blue Economy Report 2020”(1) . El documento cuenta con siete secciones en las que se discuten el crecimiento de sectores económicos tradicionales y emergentes vinculados al ecosistema marino en el periodo 2009-2018 (este incluye un capítulo dedicado a la dimensión ambiental).
Algunos datos
En 2018, la economía azul generó un Valor Añadido Bruto (VAB) total de 218.3 mil millones de euros (1.5% del VAB de la UE), cifra superior en 15% al total generado en 2009.
El turismo costero fue el mayor contribuyente (40.6%) al total VAB de 2018 de la economía azul de la UE. El sector de transporte marítimo representó un 16.3 % del total VAB y las actividades portuarias un 16.1%. No obstante, los sectores que obtuvieron las mayores tasas de crecimiento entre 2009 y 2018 fueron los sectores de reparación y construcción de buques (+32%), y el sector que emplea recursos marinos vivos (+24%). Las mayores expansiones relativas de empleo fueron registradas en el sector de actividades portuarias y transporte marítimo. Si bien se observa una recuperación respecto a los niveles mínimos de empleo de 2013-2014, en promedio, no se logró recuperar los niveles previos a 2009. Estos sectores emplearon cerca de 5 millones de personas en 2018.
Heterogeneidad
Existen grandes diferencias entre los siete sectores. El mejor ejemplo de ello es el contraste en términos de empleo e inversiones entre el sector turismo costero y el sector que hace uso de recursos marinos no vivos. El primero es intensivo en mano de obra y el segundo (el cual incluye los subsectores de petróleo y gas) intensivo en capital. Este último sector llegó a emplear solo aproximadamente al 1% del total de trabajadores en la economía azul en 2018; sin embargo, se posicionó como uno de los sectores más lucrativos (16% del total de ganancias) en el mismo año. También hay una alta heterogeneidad en la contribución de la economía azul al VAB y niveles de empleo de los países miembros de la UE.

La contribución al VAB varía desde un máximo de 8% en Croacia hasta el mínimo de 0.1% en Luxemburgo. Asimismo, el mayor nivel de empleo de la economía azul se encuentra en Grecia (14%), mientras que los menores niveles de empleo fueron registrados en Luxemburgo (0.1%). Cabe destacar que los mayores aportantes de mano de obra y VAB a la economía azul fueron cinco países miembros: Reino Unido (ex miembro), España, Alemania, Italia y Francia.
En los últimos años, siete otros sectores han captado la atención de los decisores de política, debido a su dinamismo e interrelación con los sectores tradicionales: el sector de energía renovable marina, la bioeconomía azul, los minerales marinos, la desalinización, defensa marítima y cables submarinos. Estos sectores están caracterizados por su uso intensivo de tecnologías y variada compatibilidad con objetivos de sostenibilidad ambiental de la UE. Por ejemplo, las actividades de la bioeconomía azul son muy llamativas, puesto que muestra estar expandiéndose hacia nuevas áreas comerciales basadas en la extracción de compuestos bioactivos de organismos marinos no tradicionalmente explotados. Otro sector promisorio, engloba todas las actividades de extracción de minerales y metales en las profundidades del mar. La UE lleva financiando varios estudios y proyectos desde el 2013 para mejorar el entendimiento de los recursos marinos y de los posibles impactos ambientales de la minería marina.
De acuerdo a las últimas cifras de la UE, paralelamente a estos avances tecnológicos, se observaron mejoras de algunos indicadores ambientales de la economía azul. De forma desagregada, la UE estima que entre 2009-2017 ocurrió una disminución de 29% del CO2 por unidad de VAB del subsector de pesca y acuicultura. Se observa una misma tendencia de sus emisiones por unidad de facturación (-14.1%) en el mismo periodo. El sector de transporte marítimo también reportó estar transitando hacia el uso de energía con menos carbono, de la mano de una estrategia de ‘Puertos verdes’.
¿Y, el Perú?
Necesitamos para empezar, contar con reportes similares. Son actividades esenciales para países como el nuestro y debería constituirse en uno de los pilares de la diversificación productiva. Presentamos y se aprobó en setiembre del 2019 un marco normativo al respecto en el Parlamento Andino, deberíamos buscar su implementación con una adecuada coordinación con el Congreso y el Ejecutivo
Foto tomada: OVACEN