INDUSTRIAS CULTURALES EN TIEMPOS DE COVID-19
Alan Fairlie
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) define a la “economía naranja”, como el conjunto de actividades que permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales con un valor determinado dado su contenido de propiedad intelectual (2007). Comprende una gama amplia de actividades artísticas e industrias creativas desde las artes escénicas y espectáculos hasta producciones de contenido digital. En la región de América Latina y el Caribe, la pandemia muestra estar afectando gravemente estas actividades y proyectos.
Heterogeneidad del sector
En principio, la creación y producción se han visto seriamente afectadas. En el mundo del cine está asumiendo pérdidas importantes, pues las medidas de confinamiento provocaron suspensión de grabaciones y aplazamiento de estrenos. Aún más preocupante es la situación que afrontan trabajadores independientes en otros sectores, en su mayoría jóvenes, y los trabajadores dependientes de sectores vulnerables a despidos en el corto plazo como la gastronomía, moda y entretenimiento[1]. Los canales de distribución y acceso a los bienes y servicios culturales también han sido severamente golpeados. Incluso mucho antes que se dictaran las medidas de confinamiento social, espacios culturales como librerías, museos, galerías, cines tuvieron que cerrar sus puertas al público debido a las altas probabilidades de convertirse en focos de contagio.
Contrariamente a lo que ocurre en las industrias culturales convencionales, otros sectores dedicados a la producción de contenido digital han mantenido o incluso beneficiado del aumento de la demanda. Dentro de este grupo se encuentran diseño de artes gráficas e ilustración, productores de contenido audiovisual, entre otros. Así, dadas las enormes oportunidades que ofrece la tecnología, las empresas muestran estar adaptándose a los nuevos patrones de consumo. Por ejemplo, productoras cinematográficas están intentando poner sus contenidos en plataformas streaming[2]. La industria musical está haciendo uso de plataformas en línea para ofrecer eventos en vivo o grabados, y así obtener ingresos.
Por su parte, los gobiernos en la región están apoyando al sector a través de recursos económicos y técnicos. Argentina aumentó el presupuesto de programa Punto de cultura para ayudar a colectivos y organizaciones para realizar proyectos culturales[3]. Chile también anunció plan de emergencia que incluye la adquisición de contenidos culturales para difundirlos mediante plataformas audiovisuales[4]. En tanto, Colombia lanzó paquete de ayuda para artistas y gestores culturales en condición de vulnerabilidad[5].
Asimismo, destacan los esfuerzos de los gobiernos por recabar información sobre la industria. Como se sabe, aún es muy bajo el registro de información sobre el sector debido a los altos niveles de informalidad. Los sistemas de clasificación económicos convencionales no muestran ser adecuados para agrupar categorías de servicio y productos creativos bastante amplios[6]. En esa línea, destaca la iniciativa de Mercosur Cultural, que, en colaboración con el BID y otras organizaciones, buscan sistematizar información, evaluar impacto de la pandemia y ayudar a gobiernos a diseñar políticas para la recuperación del sector.
¿Cómo vamos por casa?
Por lo expuesto, este es un sector fundamental para una estrategia de diversificación productiva, y particularmente relevante en países con la diversidad y riqueza cultural del Perú. Por eso presentamos al Parlamento andino, una propuesta de marco normativo para promover las industrias culturales, que fue aprobado en comisiones y espera ser programado para su debate en plenaria. Es indispensable que en esta situación crítica, se apoye a estas industrias, que constituyen fuente importante de empleos y son claves en una estrategia de desarrollo post covid-19.
Lamentablemente, hay una inacción frente al sector, y a dos meses de la cuarentena y emergencia, no se le han canalizado recursos que son indispensables para su supervivencia. Nos sumamos a los pedidos y demandas, para que esto se corrija de inmediato.
[1] Ver artículo de BID https://blogs.iadb.org/industrias-creativas/es/economia-naranja-en-la-crisis-del-covid-19/
[2] Revisar artículo https://aeg.pucp.edu.pe/tema-central/el-impacto-del-coronavirus-en-la-industria-cultural/
[3] Ver noticia en https://www.cadenanueve.com/2020/03/20/en-tiempos-de-emergencia-cultura-de-la-solidaridad/
[4] Revisar comunicado en https://www.cultura.gob.cl/institucional/ministerio-de-las-culturas-anuncia-plan-de-emergencia-en-apoyo-a-las-culturas-las-artes-y-el-patrimonio/
[5] Ver noticia en https://www.eltiempo.com/cultura/arte-y-teatro/mincultura-dara-recursos-para-artistas-creadores-y-gestores-culturales-486320
[6] Revisar libro sobre Economía Naranja https://publications.iadb.org/es/la-economia-naranja-una-oportunidad-infinita
Foto: El Comercio