Efectos de la guerra comercial China-EEUU

Se está discutiendo una tregua que frene la escalada del conflicto comercial entre EEUU y China. Ojalá que llegue a buen puerto, lo que permitirá una estabilidad en el comercio internacional que favorece sobre todos a países pequeños y medianos como el nuestro. Esto implica una renegociación que reduzca el déficit que tiene EEUU, que China ponga mecanismos más estrictos de respeto a la propiedad intelectual, y que se defina un comercio administrado que satisfaga a ambas partes. Pero, también puede entramparse el proceso y reiniciarse el conflicto. La UNCTAD, ha publicado un estudio, donde simula los efectos de ese escenario. Usualmente, se han resaltado los efectos negativos, pero el estudio plantea que otros países son los que podrían beneficiarse, inclusive algunos de América latina.

En efecto, el argumento es que se dará una desviación de comercio y serán proveedores de  terceros países, los que se beneficiarán centralmente. Se estima qué en términos cuantitativos, representa 82% de los 250,0000 millones de dólares de las exportaciones chinas afectadas por aranceles norteamericanos, y 85% de los 110,000 millones de exportaciones de EEUU sujetas a restricciones arancelarias. La Unión Europea, se vería beneficiada con unos 70,000 millones de dólares, Japón, México y Canadá con unos 20,000 millones de dólares, entre otros países. (Argentina, Chile y Perú también tendrían algún beneficio).

El tema central es que se beneficiarían productores de otros países, según este estudio. El  problema es que también trae efectos negativos, que disminuyen el comercio mundial, los precios internacionales (sobre todo de las materias primas que exportamos), creando una situación de incertidumbre que también complica las inversiones, y puede crear dificultades en los mercados financieros.

En ese contexto, el saldo sería negativo para países como Perú. Por tanto, hagamos votos  porque la tregua se convierta en un acuerdo de mayor aliento entre China y EEUU, lo que llevaría al mejor escenario no solo para América Latina, sino para la economía mundial.

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