Economía peruana: cuesta abajo en la rodada
Escriben:
Alan Fairlie
Erika Collantes
Crecimiento económico
Las proyecciones sobre el crecimiento de la economía peruana se han venido reduciendo constantemente. Como podemos observar en el gráfico 1, a inicios del 2019 el gobierno proyectaba una tasa de crecimiento de 4.2%. Sin embargo, después de 6 meses de gestión, en el mensaje presidencial por fiestas patrias, el presidente anunció que la economía peruana crecería este año 3.5%. Dos meses más tarde, en el discurso en CADE realizado el 28 de noviembre, se redujo nuevamente el pronóstico a 2.6%. No ha pasado ni un mes, y la ministra de economía ha vuelto a reducir la proyección declarando que el Perú solo crecerá este año a una tasa de 2.2%.
Según el MEF, la menor tasa de crecimiento de la economía para este año se ha debido a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, a los choques de oferta que afectaron los sectores primarios, y al ruido político.
Inversión pública
La baja ejecución de la inversión pública es un problema constante y este año también ha generado un menor crecimiento económico. De acuerdo con la ministra: “la inversión no se ha ejecutado según las metas previstas en los gobiernos regionales y locales, por lo que este año no va a haber un crecimiento en la ejecución para estos gobiernos respecto a la ejecución del año pasado”[1]. Según la ministra, esto se ha debido a dos paradigmas que debemos de romper: el retraso en la ejecución de la inversión pública cuando hay cambio de autoridades; y que en los primeros meses del año usualmente no se ejecuta la inversión pública. Lamentablemente, esas declaraciones y buenas intenciones, aún no se traducen en realidad.
Base tributaria
Por el lado de los ingresos fiscales, la presión tributaria para este año será menor respecto al 2018. Como podemos observar en el Gráfico 2, en el 2018, la presión tributaria fue de 14.5%. Según la ministra de economía, este año tendremos una presión tributaria de 14.2%[2].
El gobierno ha realizado algunos intentos administrativos de mejora, pero nada de combatir el tema de fondo, la evasión y la elusión tributaria, o cobrar las deudas millonarias de las transnacionales.
Déficit fiscal
De acuerdo con el Decreto de Urgencia N° 032-2019[3], el MEF ha modulado la trayectoria de la reducción de la meta del déficit fiscal.
Conforme con el último informe de actualización de proyecciones macroeconómicas 2019-2022[4], se estableció que en el 2019, el déficit fiscal sería 2.2% del PBI; que en el 2020 este déficit se reducirá a 1.8% del PBI y llegaría a 1% del PBI a partir de 2021 en adelante.
Según el DU, el déficit fiscal anual para los años 2021, 2022 y 2023, no debe ser mayor a 1.8; 1.6 y 1.3 % del PBI, respectivamente. En el Gráfico 3 se puede observar, que con este DU se ampliará el déficit fiscal durante el 2021-2023 en 1.7% del PBI.
De acuerdo con el DU, esta modulación de la trayectoria del déficit fiscal se destinará principalmente al financiamiento de proyectos de infraestructura, en el marco de los 52 proyectos priorizados del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC) y las medidas planteadas en el eje de infraestructura del Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP). Nos parece positiva la flexibilización de la meta fiscal. No así que se insista en las APPs (66% de los 52 proyectos priorizados son a través de esta modalidad) sin revisar el mecanismo y mejorar la regulación, de tal manera que no se repitan los problemas de corrupción que son de conocimiento público.
¿Y el desarrollo?
Estamos de acuerdo con el objetivo de estimular la economía utilizando la política fiscal, así como que el gobierno haya dejado de tener como prioridad absoluta la reducción del déficit fiscal. Sin embargo, no estamos de acuerdo con las instrumentos planteados para lograrlo, los cuales están sentados en el PNIC y el PNCP. Como hemos señalado en análisis previos (http://alanfairliereinoso.pe/?p=4228; http://alanfairliereinoso.pe/?p=5549), las medidas planteadas pretenden continuar impulsando proyectos basándose en APPs, la cual según la experiencia internacional y peruana encuentran serias limitaciones debido a los elevados costos y riesgos para el Estado, así como actos de corrupción en la adjudicación de estos proyectos, y los impactos sociales y ambientales graves.
No solo se necesita una política contracíclica, sino mejorar nuestra inserción en la economía internacional, diversificar nuestra economía, invertir en ciencia, tecnología e innovación, y en políticas sociales (principalmente educación y salud).
Esto no se logrará con los instrumentos contemplados en el Plan Nacional de Competitividad y Productividad y el Plan Nacional de Infraestructura, que insisten en más de lo mismo. Hemos sentado críticas y propuestas en otros documentos (http://alanfairliereinoso.pe/?p=3789; http://alanfairliereinoso.pe/?p=4517).
Se requiere además, un nuevo pacto fiscal, que combatiendo la evasión y la elusión tributaria, permitan el financiamiento de una estrategia de desarrollo sostenible.
Foto: TV Perú
[1] Véase: https://www.youtube.com/watch?v=TKbvascl0Q0
[2] Véase: https://peru21.pe/economia/maria-antonieta-alva-tenemos-que-mejorar-la-calidad-del-gasto-noticia/
[3] Disponible en: https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/decreto-de-urgencia-que-regula-un-retorno-gradual-a-la-regla-decreto-de-urgencia-n-032-2019-1840242-1/
[4] Véase: https://www.mef.gob.pe/contenidos/pol_econ/marco_macro/IAPM_2019_2022.pdf