CRISIS DEL COVID19 Y ECONOMÍA INFORMAL
Alan Fairlie
La OIT ha publicado un reciente documento denominado “La crisis de COVID-19 y la economía informal: Respuestas inmediatas y desafíos políticos”, donde aborda la problemática de la economía informal y sus efectos en los trabajadores; asimismo, propone algunas medidas para los gobiernos.
Economía informal
Los trabajadores informales dependen del trabajo diario para poder sustentar a sus familias, por lo que se encuentran en el dilema de «morir de hambre o del virus”. Según el documento de la OIT, más de 2 mil millones de trabajadores participan en la economía informal, siendo el 62% de todos los trabajadores del mundo. En los países de bajos ingresos, el empleo informal representa el 90% del empleo total, el 67% en los países de ingresos medios y el 18% en los países de altos ingresos.
Por otra parte, ocho de cada diez empresas en el mundo son informales, no se encuentran registradas, emplean a diez o menos trabajadores no declarados, con baja calificación, con familiares no remunerados, en condiciones precarias, sin protección social, sin acceso a la de salud y seguridad en el trabajo, entre otros.
Crisis económica y de salud en la economía informal
Según la OIT, la pérdida de ingresos laborales traerá como consecuencia el aumento de la pobreza para los trabajadores informales y sus familias, en más de 21 puntos porcentuales en los países de ingresos medio-alto, casi 52 puntos en países de ingresos altos y 56 puntos en países de bajos y muy bajos ingresos.
La salud en el caso de los trabajadores informales está en riesgo, debido a que tienen una mayor exposición al contagio del Covid19 por sus condiciones de vida, al vivir en lugares insalubres, superpoblados, donde no es posible el distanciamiento físico y no cuentan con acceso al agua. Y, los que continúan trabajando lo hacen sin equipos de protección personal (EPP), como los vendedores ambulantes y de mercado. En caso de enfermarse, no tienen acceso a la atención médica por no contar con protección social, la mayoría no tiene recursos para pagar los servicios de salud, por lo que terminan endeudándose.
La economía informal ha sufrido la crisis económica de forma inmediata con la pérdida de ingresos, sin ahorros o respaldo financiero, terminaron cerrando sus negocios y perdiendo empleos. Las Mipymes formales también carecen de respaldo financiero y varias han sido afectadas. Por lo que el impacto de la crisis es desigual en los diferentes sectores.
Respuestas inmediatas
Ante la crisis del Covid19 y su mayor afectación a los trabajadores informales, la OIT ha propuesto las siguientes medidas:
– Reducir la exposición de los trabajadores y sus familias al virus y los riesgos de contagio;
– Asegurar que las personas infectadas tengan acceso a la atención médica;
– Proporcionar ingresos y alimentos a las personas y sus familias, para compensar la pérdida o reducción de la actividad económica;
– Reducir y prevenir el daño al tejido económico y preservar el empleo.
Asimismo, señala que las normas laborales internacionales proporcionan una base sólida para construir respuestas inmediatas a la crisis de COVID-19, conforme al marco político general de la OIT para hacer frente a la pandemia COVID-19 en el mundo del trabajo con los cuatro pilares interconectados:
Pilar 1: Estimulación de la economía y el empleo (a nivel macro y sectorial);
Pilar 2: Apoyo a empresas, empleos e ingresos (a nivel intermedio);
Pilar 3: Protección de los trabajadores en el lugar de trabajo (nivel micro); y
Pilar 4: Confiar en el diálogo social para encontrar soluciones (transversal).
Medidas preventivas
Según la OIT las medidas de confinamiento o cuarentena obligatoria deben ir acompañados de medidas efectivas como:
a. Comunicarse a través de los canales apropiados sobre el virus, cómo se propaga, sus consecuencias para la salud, las medidas preventivas, las reglas de cierre y las medidas para mitigar el impacto en los ingresos de los trabajadores y las unidades económicas en la economía informal;
b. Coordinar la implementación de medidas de cierre con trabajadores y unidades económicas en la economía informal, especialmente a través de sus organizaciones, para expandir el alcance de las medidas y así mejorar el entendimiento y la efectividad;
c. Extender urgentemente la cobertura de los esquemas de protección social y otros paquetes de ayuda económica y de socorro a grupos desfavorecidos en la economía informal, y asegurar la entrega oportuna de servicios de calidad a los trabajadores y las empresas interesadas; y
d. Apoyar actividades autorizadas de generación de empleo teniendo en cuenta las normas de salud y seguridad. Las medidas deben apuntar a minimizar la contaminación directa en los lugares de trabajo como asegurar el distanciamiento físico, desinfectar las instalaciones, identificar y reorganizar las áreas de riesgo, adoptar cambios de horario de trabajo para evitar que todos trabajen al mismo tiempo.
Además, se deben desarrollar pautas de salud específicas para cada sector y ocupación, por ejemplo, para vendedores ambulantes, trabajadores domésticos, trabajadores a domicilio, recicladores y taxistas.
Apoyo a la economía informal
Como lo señala la OIT, los gobiernos han tomado diversas medidas como políticas fiscales y monetarias para mitigar el impacto de la pandemia en las empresas, pero han pasado por alto a las empresas informales, por lo que se necesita un enfoque personalizado con medidas financieras y monetarias para apoyar a las unidades económicas en la economía informal.
Las medidas propuestas son:
– Las donaciones, préstamos subsidiados, períodos de gracia, reprogramación de deudas para superar las crisis de liquidez.
– Reducir los costos operativos, exenciones o pagos diferidos de servicios públicos de electricidad, agua o alquiler.
– Subsidios de tarifas reducidas para llamadas móviles y acceso a internet.
– Capacitación para el uso de herramientas digitales para la continuidad del negocio y la generación de ingresos.
– Implementar la autoidentificación por parte de los propietarios de las empresas informales, con un registro de «nivel de entrada» por parte del gobierno y cierto grado de verificación.
– Distribución a través de cajeros automáticos, cuando sea posible, o pagos digitales de gobierno a persona para facilitar las transacciones sin efectivo, siendo para las empresas informales, como un registro de «nivel de entrada».
La OIT señala que “El sistema y las actividades de sensibilización podrían facilitar una futura transición a la formalidad, especialmente si se establecen los incentivos para fomentar tales transiciones. Con apoyo financiero específico, capacitación, higiene y EPP adecuados, y asesoramiento sobre cómo reducir el riesgo de infección para empleados y clientes, se podría ayudar a las empresas y trabajadores informales a aumentar su producción de bienes y servicios que se consideran esenciales durante la pandemia”[1]. De esta manera, se garantizaría la continuidad del negocio y se protegería el empleo, para ello los gobiernos deberán destinar recursos presupuestarios para apoyar a las empresas informales.
Observaciones finales de la OIT
La OIT reitera la necesidad del diálogo social para afrontar este periodo de crisis y sus posibles salidas “Estimular la economía y el empleo es esencial para garantizar que se superen las consecuencias sociales y económicas de la crisis. Dichas respuestas deben diseñarse e implementarse sobre la base del diálogo social. La situación crítica actual ofrece la oportunidad de generar confianza y fortalecer el diálogo social con las organizaciones de empleadores y de trabajadores, y entablar asociaciones con aquellos en la economía informal para intervenciones mejor adaptadas”[2]. Señala las siguientes medidas a tomar:
a. Fortalecimiento de los sistemas de salud para garantizar el acceso y la protección financiera de todos.
b. Construir la protección social universal.
c. Apoyar la recuperación de unidades económicas productivas, intensificar su productividad y facilitar su transición a la formalidad para mejorar las oportunidades laborales formales.
d. Facilitar la transición a la formalidad.
Conclusiones:
Nuestro país debería de analizar y poner en práctica las recomendaciones de la OIT para proteger y apoyar a la economía informal y no sólo a la formal como hasta el momento se ha venido dando. Más del 70% de los trabajadores en el Perú son informales, la mayoría ha perdido sus empleos, no han gozado de los beneficios económicos dados por el gobierno y son los más perjudicados por la crisis del Covid19. Como lo señala la OIT, es un buen momento para respaldar a este sector y formalizar a los informales a través de apoyos económicos, subsidios, identificándolos, y capacitándolos. Asimismo, ante la falta de acceso a la seguridad social por parte de los trabajadores informales, es momento de universalizar las medidas de protección social, la salud, las pensiones, el seguro por desempleo, entre otros.
Contribuyendo a este debate, presenté y fue aprobado en el Parlamento Andino dos instrumentos normativos, la Recomendación N° 338 “Exhortar a los Países Andinos a Impulsar la Transición de la Economía Informal a la Economía Formal”basado en la Recomendación N° 204 de la OIT y la Recomendación N° 378 “Sobre los Pisos de Protección Social para los trabajadores Andinos” basado en la Recomendación N° 202 de la OIT. Y, se encuentra pendiente de aprobación el Proyecto de Marco Normativo “Sobre Garantías Mínimas de Seguridad Social, Pensiones y/o Jubilaciones en los Países Andinos”, para garantizar a la población el acceso universal a la seguridad social.
El gobierno tiene la posibilidad de atender estas demandas que aquejan a la mayoría del país, que esta crisis del Covid19 nos sirva, como señala la OIT, para construir una nueva normalidad basada en el respeto de los derechos laborales y el diálogo social, para formalizar del empleo y universalizar la seguridad social.
[1] Tomado de: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_protect/—protrav/—travail/documents/briefingnote/wcms_743623.pdf
[2] Ibíd.
Foto: Centra Corredores de Seguros