JUVENTUD, ¡PRESENTE…!
Anthony Wlilliam Zapana Phocco
Estudiante, Presidente de la Comisión de “Derechos Humanos, Desarrollo Social y Participación Ciudadana” del PAU – UNAS
En las últimas décadas han venido ocurriendo distintas manifestaciones a lo largo del país sin embargo este mecanismo para exponer el sentir de un sector o la totalidad del pueblo, en la mayoría de los casos no han tenido mayores repercusiones esto principalmente por su carácter local y fragmentado, esto a causa de la falta de unidad, articulación, convicción y polarización en las posibles propuestas de solución.
No existe mucha información o fuentes sobre las características principales y el registro de número de participantes de las manifestaciones en el Perú, sin embargo se tiene en consideración que las mayores protestas y de gran participación fueron por la crisis económica a fines de los años 80, los casos de corrupción del gobierno de Alberto Fujimori entre los años 1997 – 2000 y las reformas locales que se dieron en el periodo de Alejandro Toledo, todas estas motivadas por la convulsión política que existe en el país desde ya hace varios años .
Todas estos registros sobre las mayores manifestaciones en el Perú fueron desplazadas por lo ocurrido hace unas semanas, donde miles de peruanos, en gran medida jóvenes de 18 a 35 años de edad, protestaron de diversas maneras por la ilegitimidad del señor Merino para tomar las riendas de nuestro país y el abuso de los congresistas al tomar decisiones que no son acordes con el contexto actual, sin embargo lo ocurrido esta motivado también por el cansancio de la población en general de la clase política, por el hecho de siempre prevalecer sus intereses antes que las del pueblo a quien representan.
La generación del Bicentenario, una generación que se daba por perdida por las constantes situaciones en las que se veía inmersa y la falta de interés que se creía que estos tenían con la política, lideraron las marchas desde la unidad, la organización, la articulación y la convicción con la búsqueda de un país justo, con un real ejercicio democrático.
Esta generación está logrando grandes reformas que eran necesarios desde ya hace décadas. Según el IEP (Instituto de Estudios Peruanos), cerca de 3 millones de jóvenes salieron a marchar, a pesar del contexto de la pandemia y las terribles represiones que la Policía Nacional ejerció sobre ellos, estas no fueron suficientes para quebrantar los objetivos, inclusive había jóvenes dispuestos a dar la vida por su país como es el caso de Inti Sotelo y Brayan Pintado. Todos juntos en búsqueda de verdaderos cambios que enrumben hacia un Perú mejor.
El sentir del pueblo estuvo representado por el accionar de los jóvenes y este servirá como punto de inflexión para darnos cuenta de que las buenas y malas decisiones de un estado dependen básicamente de la presión y participación del pueblo.