COVID-19 Y TRABAJO INFANTIL
Alan Fairlie Reinoso
La Organización Internacional del Trabajo y la UNICEF han publicado un reciente documento denominado “Covid-19 y trabajo infantil: un tiempo de crisis, un tiempo para actuar”[1], el cual aborda las consecuencias que trae la pandemia en la economía y el trabajo, en especial el aumento del trabajo infantil. Establece recomendaciones para que los países protejan a los niños del trabajo infantil y promuevan la continuidad de sus estudios.
El documento señala que la crisis del Covid-19 ha generado la pérdida de los empleos y de los ingresos. Se estima que 305 millones de empleos a tiempo completo se perderían a nivel mundial. Ante la necesidad de empleo, las personas buscarían un empleo informal para sostener a sus familias, y frente a las dificultades económicas, muchos niños se verían obligados a dejar la escuela para ingresar al mercado laboral y colaborar con la economía familiar. Asimismo, la pobreza extrema podría aumentar hasta en un 20%, lo que significaría 420 millones de personas a comparación del 2018. Según estimaciones de la OIT, el aumento del 1% de la pobreza conduce al menos al 0.7% de aumento del trabajo infantil.
Según la OIT y la UNICEF, “El trabajo infantil es el producto combinado de muchos factores, como la pobreza, las normas sociales que lo toleran, la falta de oportunidades de trabajo decente para adultos y adolescentes, la migración y las emergencias. No es solo una causa, sino también una consecuencia de las desigualdades sociales reforzadas por la discriminación”[2]. Y, la actual situación de crisis generada por la pandemia estaría agravando esta situación, profundizando las desigualdades y poniendo en riesgo a miles de niños en el mundo.
En cuanto a la educación de los niños, la propagación del Covid-19 generó el cierre temporal de las escuelas a nivel mundial, afectando al 90% de estudiantes matriculados, por lo que se implementó la enseñanza a distancia. Sin embargo, la mitad del mundo no tiene acceso a internet, muchos niños ven truncados la continuidad de sus estudios y se insertarían en empleos informales y domésticos, exponiéndose a trabajos de riesgo y peligrosos.
Por otra parte, esta pandemia también ha generado que muchos niños pierdan a sus padres, los que ante las necesidades se exponen en trabajos informales sin la debida protección, y terminan siendo víctimas del Covid-19. De esta manera, muchos niños terminan con un solo padre o con otros cuidadores como los abuelos, siendo vulnerables al trabajo infantil, a la trata y otras formas de explotación.
El documento señala que si bien es un momento crítico para el mundo, los países deben tomar las decisiones correctas para defender los derechos de los niños mediante políticas socioeconómicas y de protección infantil, siendo necesario garantizar el empleo decente, políticas seguras de retorno laboral de los adultos, reapertura de las escuelas para los niños, fortalecer los sistemas de protección infantil y los servicios sociales. En ese sentido, propone implementar las siguientes medidas:
1. Promulgar medidas integrales de protección social: Estableciendo pisos de protección social para garantizar la seguridad social básica para los niños y sus familias.
2. Extender la cobertura de los beneficios: De los diversos programas sociales que se otorgan a la población para hacer frente a la crisis. Así como, proteger a los trabajadores de la economía informal en los esquemas de protección social, proteger los empleos y los ingresos, otorgar los beneficios de desempleo, y facilitar la transición de la economía informal a la formal.
3. Garantizar el acceso al crédito: Lo cual permite que los hogares pobres puedan acceder a créditos y con ello mantener a los niños en las escuelas, evitando el trabajo infantil.
4. Crear trabajo decente para adultos: Proteger a los trabajadores ante las pérdidas de los empleos y de los ingresos. Promover el diálogo social para diseñar estrategias políticas efectivas, especialmente para los más vulnerables.
5. Garantizar el acceso de todos los niños a la educación: Prestando especial atención al periodo inmediato de retorno a las escuelas, con el fin de que los niños reinicien las clases y se evite el abandono permanente.
6. Fortalecer la administración laboral: Distribuyendo los recursos necesarios para una adecuada inspección laboral. Con las capacidades para monitorear los sectores de alto riesgo de trabajo infantil.
7. Proteger la salud y la seguridad de los trabajadores: La salud, seguridad, bienestar y derechos laborales deben ser protegidos. Es necesario contar con centros de labores que protejan a los trabajadores y a sus familias ante posibles contagios del virus.
8. Financiar y tratar a los trabajadores de servicios sociales como esenciales: Los trabajadores de servicios sociales, de cuidado infantil, trabajos juveniles, de desarrollo comunitarios, los funcionarios de asistencia social, y otros, deben ser designados como esenciales y contar con un adecuado financiamiento para mitigar el impacto de la pandemia en los niños y sus familias, incluso abordar el trabajo infantil.
Balance:
El impacto del Covid-19 en la perdida de los empleos y de los ingresos aumentaría la pobreza en muchas familias, y ante la necesidad de generar ingresos todos los miembros de las familias, incluidos los niños, se verían obligados a trabajar en condiciones precarias, informales, y hasta forzosas. Por ello es importante que las autoridades de nuestro país tomen en cuenta las recomendaciones de la OIT y la UNICEF para proteger a nuestros niños del trabajo infantil y forzoso, que pone en riesgo la continuidad de sus estudios y su integridad.
Como parte de mi labor parlamentaria, presenté y fue aprobada la Recomendación N° 333 “Sobre la ratificación del Protocolo del 2014 Relativo al Convenio Sobre el Trabajo Forzoso” del Parlamento Andino. Esta recomendación insta adoptar políticas públicas necesarias para prevenir, identificar y sancionar de manera eficaz todo acto de trabajo forzoso, incluido el trabajo infantil.
[1] Véase en: https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_747587/lang–es/index.htm
[2] Ibid. p. 05
Foto: El Búho