Democraticemos el libro y fomentemos la lectura
Hace unos días el gobierno decidió publicar el Decreto de Urgencia Nº 003-2019 “Que establece incentivos para el fomento de la lectura y el libro” prorrogando el plazo de exoneración del IGV por un año a la exportación y/o venta de libros y productos editoriales afines y al reintegro tributario del IGV para los editores que tengan ingresos anuales de hasta 150 UIT. Además, asignó 16 millones de soles al Ministerio de Cultura para actividades de fomento de la lectura y cifra similar al Ministerio de Educación para la implementación de bibliotecas escolares.
La norma que da origen a la preocupación del Estado por la lectura en nuestro país es la Ley Nº 28086 “Ley de la Democratización del libro y del fomento de la lectura” del año 2003, en dicha ley se dieron exoneraciones tributarias que luego fueron prorrogadas. Sin embargo, nos preguntamos, cuánto se ha democratizado el acceso al libro y cuánto se ha fomentado la lectura en nuestro país.
El Perú y la lectura
Los datos estadísticos respecto a la lectura de los peruanos muestran serias debilidades que aún no han sido superadas. Así tenemos que la encuesta global de GfK “Frecuencia de lectura de libros”[1] realizado en 17 países, señala que en Perú el 19% nunca ha leído un libro, el 23% menos de una vez por mes, el 21% al menos una vez por mes, el 25% al menos una vez por semana y el 12% todos o casi todos los días. A eso le sumamos que el Jefe de la Dirección del Libro y la Lectura[2] manifestó que al año un peruano lee 0.86% de un libro, es decir menos de un libro, mientras que en Colombia y Chile se lee 1.2 y 1.3 libros respectivamente.
Por otra parte, según el documento de la CERLAC “Comportamiento lector y hábitos de la lectura”[3] comparación de resultados en países de América Latina, el Perú se ubica en el penúltimo lugar en cuanto a consumo de libros con un 35%, por debajo de Colombia (45%), Brasil (46%), Uruguay (51%), Chile (51%) y Argentina (55%), entre otros. Entonces nos preguntamos, que medidas implementan los demás países de la región para promover el hábito de la lectura en su población y qué no estamos haciendo nosotros.
El libro y la lectura en América Latina
La experiencia internacional respecto a las políticas públicas sobre el libro y la lectura nos demuestran que hay una mayor preocupación e intervención del Estado en garantizar un acceso a los libros y promover la lectura, lo cual se expresa en mayores índices de lectura en su población.
En Uruguay, la Ley del Libro Nº 15913 declaró de interés nacional la producción, impresión, edición, coedición, introducción, comercialización y difusión del libro, además, estableció medidas de asistencia crediticia y otras facilidades. En dicho país se estimula la edición de obras de autores nacionales, se exonera los pagos por derecho de autor, la exportación y la importación están exoneradas de tributos, beneficio que alcanza hasta el soporte material de las obras, entre otros.
En Colombia, la Ley de Democratización y Fomento del Libro Nº 98 de 1993 busca lograr la plena democratización del libro, su uso más amplio como medio principal e insustituible de la difusión de la cultura, además de convertir a Colombia en uno de los principales centros editoriales. Exonera de derechos arancelarios, tasas y contribuciones a la importación de papel destinado a la edición y fabricación de libros y demás. Asimismo, la exportación de libros, revistas y otros están exonerados de gravámenes. Las empresas editoriales constituidas en Colombia gozan de la exoneración total del impuesto sobre la renta y complementarios, durante veinte años.
En Argentina, la Ley de Fomento del Libro y la Lectura Nº 25446 establece una política integral del libro y la lectura, además, fomenta el trabajo intelectual de los autores nacionales y promueve el acceso igualitario al libro. Permite que los autores que editen y comercialicen sus propios libros estén exonerados de toda obligación tributaria. Incentiva a los argentinos a la edición de los libros, dado que el Estado previo dictamen, adquiere no menos del 5% de la primera edición de cada libro editado e impreso en su país y de autor argentino.
Como podemos observar en esos tres países se tienen más avances respecto al acceso democrático del libro y la lectura, el Estado interviene dando beneficios a los autores nacionales, exonera de tributos a las editoras, así como a la exportación e importación no sólo de libros sino de los suministros para su elaboración y estimulan el desarrollo del libro y el fomento de la lectura.
Perú: retos y desafíos
Los peruanos tenemos muchos retos y desafíos que afrontar para desarrollar y fortalecer la cultura y la educación de nuestro país. Los resultados de la última prueba Pisa (2015) sobre comprensión lectora ubican al Perú en el puesto 63 de 70 países evaluados, por debajo de Chile, Uruguay, Brasil y Colombia. No es novedad de que nos encontramos en los últimos lugares a comparación con otros países, situación que debe generar reacciones inmediatas y planes a mediano y largo plazo.
Las medidas normativas no tendrán ningún efecto, si no van de la mano con políticas integrales que aborden los diversos aspectos socio-económicos de los estudiantes. Es difícil superar los problemas de comprensión lectora con niños que asisten sin comer y con problemas familiares, incluso aún no superamos la tasa de anemia que llega a un 43.5% en los niños menores de 3 años, edad crucial para el desarrollo del cerebro que influirá sobre su aprendizaje.
Si quienes gobiernan nuestro país no asumen como prioridad garantizar el derecho a la lectura, como el acceso a la cultura, cuyo reconocimiento no solo es constitucional sino que además es reconocido por diversos tratados e instrumentos internacionales, no podremos superar nuestras deficiencias. La Ley Nº 28086 “Ley de la Democratización del libro y del fomento de la lectura” que tiene 15 años de vigencia declaró de interés y necesidad pública la creación y protección del libro, de los recursos editoriales y el desarrollo de la industria editorial del libro; sin embargo, no se observan avances ni se publican resultados al respecto.
Por otro lado, a fin de aportar a promover el desarrollo cultural de los países de la región Andina, se ha presentado un proyecto de Marco Normativo sobre “Economía Naranja”, de autoría del parlamentario Alan Fairlie, que es una propuesta integral, en el cual el tema editorial forma parte. Esperamos su próximo debate y aprobación en el Parlamento Andino. Estas iniciativas son importantes para fortalecer la democratización del libro y el acceso a la lectura. Como diría José Martí “Solamente un pueblo culto puede ser verdaderamente libre”.
Foto: Minedu
[1] Véase en: https://www.gfk.com/es-pe/insights/press-release/gfkglobal-frecuencia-de-lectura-de-libros/
[2] https://larepublica.pe/sociedad/864628-menos-de-un-libro-al-ano-leen-peruanos-en-promedio/
[3] https://cerlalc.org/wp-content/uploads/2016/08/33c91d_Comportamiento_Lector.pdf