Gobernanza, asimetrías de poder y desarrollo
En el Informe sobre desarrollo mundial 2017: La gobernanza y las leyes, se analiza cómo la distribución desigual del poder en la sociedad limita la eficacia de las políticas.
Ideas fuerza del estudio
Las asimetrías de poder ayudan a explicar, por ejemplo, por qué las leyes y los organismos anticorrupción modelo a menudo no logran poner freno a la corrupción, por qué la descentralización no siempre mejora los servicios municipales o por qué las políticas fiscales bien diseñadas en algunos casos no reducen la volatilidad ni generan ahorros a largo plazo.
En el informe se analizan ejemplos de países, en África y Asia. Se identifican tres elementos esenciales para que las políticas sean eficaces:
- Promover el compromiso con las políticas en un contexto de circunstancias cambiantes.
- Mejorar la coordinación para modificar las expectativas de cambio y generar comportamientos sociales deseables en toda la comunidad.
- Alentar la cooperación: Las políticas eficaces ayudan a promover la cooperación limitando las conductas oportunistas como la evasión fiscal.
“Los funcionarios del Gobierno no actúan en el vacío. Sus decisiones reflejan el poder de negociación de los ciudadanos que compiten entre sí para defender intereses contrapuestos”, afirmó Paul Romer, primer economista del Banco Mundial.
Según el informe, la distribución desigual del poder puede excluir a determinados grupos y personas de las recompensas y beneficios de la participación en las políticas. No obstante, es posible generar un cambio significativo con la participación y la interacción de los ciudadanos (a través de coaliciones destinadas a modificar los incentivos de quienes toman los decisiones), de las élites (mediante acuerdos entre los funcionarios responsables de tomar las decisiones para restringir su propio poder), y de la comunidad internacional (a través de la influencia indirecta para modificar el poder relativo de los reformadores nacionales).
Estrategia de desarrollo y gobernanza
El estudio es interesante, y plantea importantes aportes al debate. Pero, en esta oportunidad no de discute suficientemente la relación entre estrategia de desarrollo y las instituciones que generan, y la gobernanza.
Aquellos países que han utilizado intensivamente conocimiento, innovación, capital humano en la producción y distribución de bienes y servicios, así como en su inserción en la economía mundial, han tenido buenos resultados en crecimiento inclusivo. Sea dando valor agregado a sus recursos naturales, estrategias más bien industrialistas o de servicios, o con una buena inserción en las cadenas globales de valor.
Pero, países como el Perú han continuado básicamente con una exportación concentrada en materias primas. Si bien hay una relativa diversificación con el sector agroindustrial, no hubo un cambio cualitativo ni en la estructura productiva, ni en la inserción exportadora. Coexisten sectores productivos con diferente productividad, brechas que inclusive han aumentado al interior de los sectores y entre sectores. Esto ha impedido la creación de empleos suficientes de manera sostenible, ha estado a la base de una desigual distribución de ingresos y de una alta informalidad o sectores que tienen que crearse sus propias fuentes de trabajo, en un aparato productivo que no los incluye.
Estos desequilibrios estructurales están a la base de asimetrías de poder, y los conflictos que muchas veces se resuelven fuera de los canales institucionales establecidos. Peor aún. Cuando en elecciones democráticas la población elige un programa, o una estrategia que asumen los beneficiará y cambiará el status-quo, los políticos elegidos no cumplen lo ofrecido y profundizan inclusive el modelo en curso. Esto, no permite una inclusión que establezca una gobernanza adecuada. Hay una pérdida de credibilidad y se acentúa la crisis de los partidos políticos y las instituciones vigentes. Más aún, cuando hay casos de corrupción estatal y empresarial, y la impunidad campea.
Nos parece que se debe discutir más esta relación entre estrategia de desarrollo y desigualdad, que puede estar a la base de las asimetrías de poder que el estudio del Banco Mundial señala. En otras palabras, no habrá una adecuada gobernanza, no se eliminarán las asimetrías, buenas prácticas no funcionarán, mientras la estrategia de desarrollo no sea la adecuada.
Gobierno actual
Asumiendo el gobierno, el Presidente tenía dos opciones: honrar los compromisos y matices planteados en la segunda vuelta, o retomar su propuesta original. Para ello solicitó facultades legislativas al Congreso, controlado por Fuerza Popular. Después de idas y venidas, se han dado 112 decretos legislativos en diferentes ámbitos del quehacer nacional. Una primera revisión de los mismos, permite afirmar que se optó por la profundización del modelo en curso, por lo que más allá de contradicciones secundarias con Fuerza Popular, comparten una propuesta común. Para implementar este proyecto, necesita el apoyo de su rival político.
Con un contexto marcado por el cambio del escenario internacional, la desaceleración de la economía, la pérdida de aceptación presidencial y algunas señales de contradicción y debilidad, estalla el escándalo de Lava Jato y empresas brasileras en el país. Esto amenaza a la clase política en su conjunto, incluyendo presidentes de las últimas dos décadas. A la precariedad institucional descrita, se suman factores de desestabilización, que ponen nubarrones en el horizonte.
Se pone a prueba las instituciones democráticas, y el desafío es como se responde adecuadamente a la crisis, buscando salidas en el marco actual , o si se producen alternativas extra-sistema lideradas por fuerzas extremas de izquierdas o de derecha, que capitalicen el descontento popular ante la situación crítica, o la incapacidad de respuesta y la impunidad.
Es una situación crítica, que debería ser afrontada con la máxima responsabilidad. Lamentablemente, en el gobierno como en las fuerzas de la oposición, son otras prioridades las que están concentrando las energías, muchas veces agudizando enfrentamientos fratricidas. Hacemos votos porque se pueda consolidar el primer escenario. Para ello, también se debe replantear la estrategia de desarrollo en curso.