Crecimiento sin inversión

Artículo de opinión publicado en Diario Uno

Hay un crecimiento macro, pero los sectores industriales o manufactureros están en rojo hace ya varios meses.

Han salido los resultados económicos del año pasado. El MEF,optimista, señala que estamos entre las economías que más crecen en la región. Pero, hay un debate sobre los valores de las principales variables macroeconómicas,y las causalidades.

Hay un crecimiento macro, pero los sectores industriales o manufactureros están en rojo hace ya varios meses. Recién rebotó en diciembre, gracias al comportamiento del sector conservas de pescado y una tasa histórica positiva en bienes de capital (que faltaría discutir con mayor detalle).

Los principales proyectos del sector minero se han paralizado por la caída de los precios internacionales (aunque se observa reciente moderada recuperación), y/o por no tener la licencia social de las poblaciones.

En ese sentido, la minería, que tuvo crecimiento muy importante por entrada en operación de proyectos grandes (Las Bambas), no podrá reeditar su performance en el futuro inmediato. Esos resultados se han reflejado en el empleo.

Pero, hay un problema con la inversión no solo en el corto plazo. La inversión pública, tuvo una caída en los últimos meses, incluyendo el fuerte ajuste implementado por la actual administración.

Evolución del Indice Mensual de la Producción Nacional

El ministro señala que el déficit fiscal encontrado estaba por salir de control y no hubo otra opción. El exministro ha señalado que eso es un mito, y que las cifras de déficit eran por factores coyunturales que se revertirían, sin necesidad del ajuste que ha contribuido a la no recuperación del nivel de actividad.

Independientemente del debate, no se ha generado una política contra-cíclica,y tampoco se ha revertido la situación. Toda la apuesta del gobierno, descansó en que se produciría un shock de inversión privada, para lo cual se buscó “destrabar” los proyectos, con un paquete de medidas que las viabilizaran. Lamentablemente, los “animal spirits” empresariales, no han acompañado estos pronósticos, y la inversión privada no crece, está más bien en rojo.

A pesar de tener un gobierno lo más cercano posible a los empresarios, el boom no se ha producido. En parte por la caída de precios internacionales en el caso de la minería, por la desaceleración de la economía en el sector manufacturero, y por los temas de escándalo de corrupción que han establecido una causa adicional.

Evolución del Indice Mensual de la Producción Nacional

Encuestas realizadas a empresarios (sobre todo medianos y pequeños), muestran escepticismo por las políticas implementadas hasta el momento por el nuevo gobierno.

A pesar de este contexto, las políticas de gobierno flexibilizan las condiciones para establecimiento de APPS, y dan garantías o respaldo a los funcionarios para que las concedan. No es el mejor momento para esas políticas, cuando lo que sería plausible es establecer mínimamente los mecanismos de control y fiscalización adecuados, para evitar que los casos de corrupción se repitan. Otros han señalado más bien la necesidad de hacer un balance integral previo, antes no solo de continuar, sino de profundizar este proceso.

Es una combinación perversa.Ajuste fiscal y la inversión privada paralizada. No es que la inversión pública ha desplazado a la privada, como se argumentaba en el pasado. Más bien hay una sinergia,un crowding-in, entre ambas variables, cuando tienen un comportamiento positivo. Estamos, lamentablemente, en la situación opuesta.

La inflación está muy cerca del rango meta, y hay un continuismo de la política monetaria. Se espera una salida de capitales por el alza de la tasa de interés internacional y una presión cambiaria, pero no debería haber mayor turbulencia, en principio.

La buena noticia es que se ha revertido el saldo negativo de la balanza comercial, pero no necesariamente por una gran expansión de exportaciones no tradicionales (tasas negativas), sino por merma de importaciones (bienes de consumo, bienes de capital y materiales de la construcción y productos intermedios) asociado a la desaceleración (sector construcción es de los que más han disminuido).

En realidad, debería impulsarse la inversión pública para un mayor crecimiento del producto, y así también contribuir a la reactivación de la inversión privada. Pero, la apuesta del gobierno por el sector privado se mantiene, y veremos si hay una reactivación.

Encuestas de expectativas empresariales son también un poco sombrías. No solo se debería reactivar la economía, sino también retomar la diversificación productiva que fue abandonada por este gobierno.

ALGO MÁS
Un problema del gobierno, paradójicamente, es la credibilidad. No necesariamente por sus cuadros técnicos en economía, sino en la capacidad de liderazgo, en medio de acusaciones cruzadas de corrupción que han llegado a los máximos niveles de los gobiernos que hemos tenido. Desde diversos sectores se le pide que haga más política, y que haya menor protagonismo de la tecnocracia. Pero, quizá en lo político y lo económico, sea como pedir peras al olmo.

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *